
Es un premio que no existe, pero en caso de que el
FIFA Ojeador de Oro 2010 fuera una realidad, recaería en un mallorquín de Sa Pobla,
Lorenzo Serra Ferrer, cuyo ojo clínico con el talento le permitió adivinar el potencial de un
adolescente manchego de 16 años que es el favorito para alzarse este lunes como el
mejor futbolista del año.
Era el 5 de febrero de
2001, y un entonces jovencísimo
Andrés Iniesta jugaba sus primeros partidos con el filial del equipo culé, el Barcelona B, después de haber empezado la temporada en el Juvenil A. El primer equipo del Barça prepararía esa fecha el encuentro de la jornada siguiente en Santander, que acabaría perdiendo por 4-0.
Nada se parecía la situación de los blaugrana en aquel momento a la actual, pues la lucha por el cuarto puesto era su objetivo más realista, después de cinco meses de competición liguera en los que el Madrid de
Figo dominaba una competición en la que el Barça acabaría clasificándose para la Copa de Europa en el último suspiro gracias a una chilena de
Rivaldo.
Joan Gaspart se había convertido en el verano anterior en el primer presidente culé tras 22 años de
José Luis Núñez en el cargo, y había confiado el puesto de entrenador a Serra Ferrer, cuyas 3 fantásticas temporadas en el
Betis le permitieron incorporarse al plantel blaugrana en 1997 como miembro del plantel técnico.
Un lozano
Xavi iba gozando esa temporada de cada vez más minutos, y Serra Ferrer se fijó en un adolescente llamado Andrés con “
un grado de madurez superior a la media”, que “veía, pensaba y ejecutaba mucho más rápido que el resto. Iba unos pasos muy por delante”.
Ese jugador al que “no se le veían defectos” y que “captaba rápido lo que le transmitías” acabará convirtiéndose probablemente en el primer español en ganar un Balón de Oro en 50 años, además del
autor del gol más importante de la historia del fútbol español.
Serra Ferrer también fue el técnico que empezó a poner a otro de los finalistas, Xavi Hernández, como titular del primer equipo con bastante frecuencia en detrimento del hasta entonces incuestionable
Pep Guardiola.
Es por ello que el actual propietario del Mallorca
estará presente este lunes en Zúrich en la gala de la FIFA. De su capacidad para descubrir donde hay talento tiene ahora la suerte de beneficiarse el Mallorca, cuyo primer fichaje esta temporada fue una apuesta del
pobler:
De Guzmán, quien hasta el momento está siendo la mejor incorporación del año.