
La víspera de su entrada triunfal en la
Moncloa del brazo de su nada estimado presidente del
Real Madrid para analizar de forma inconsistente la situación de nuestro país ante
Zapatero y sus colegas,
Hidalgo había anunciado oficialmente el nombramiento de su yerno
Javier Blanco como nuevo director general de la división hotelera de Globalia.
Poco ha durado en la sede de
Llucmajor, ni siquiera un año,
Fernando González, ex director financiero de
Viajes Marsans, profesional desconocedor del mundo hotelero pero muy capacitado en el mundo de la economía y que fue nombrado por
José Duato como mano derecha suyo mucho antes de que ni por asomo pensara que iba a terminar al frente de
Orizonia.
El negocio hotelero es la pesadilla de Juan José Hidalgo, una espina que tiene clavada en su currículo de grande del turismo, con cambios constantes de directores generales y sin una idea clara de lo que quiere en este campo, lo que ha llevado a lo que hoy es conocido como Be Life a una situación angustiosa, con unos resultados de explotación que producen vértigo.
La reunión que su hombre de confianza
Joaquín Solares, algo más que director financiero de Globalia, mantuvo el viernes con los directivos de la compañía fue tensa y dura,
"así no vamos a ninguna parte", "así no podemos seguir", pero pidió calma y comprensión para el nuevo director general de la hotelera, que para eso es el yerno del presidente del grupo. (Más información en
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