Los acusados se enfrentan en total a más de 90 años de prisión por delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.
Según el escrito de conclusiones del Fiscal, los acusados se dedicaron de manera ordenada y continuada a la venta de drogas en Magaluf al menos desde mayo de 2017 hasta que fueron arrestados a finales de agosto de ese mismo año.
Tres de los acusados se encargaban de lograr el aprovisionamiento de las sustancias estupefacientes que les proporcionaba otro de los acusados, residente en Barcelona.
Por su parte, según el escrito de la Fiscalía, otra de las acusadas aprovechaba que trabajaba en el sector del ocio nocturno en la zona para la venta de la droga. Otros de los acusados presuntamente vendían la droga previo contacto telefónico.
En los registros efectuados tras los arrestos en varias viviendas de la zona de Calvià se intervinieron diversas cantidades de droga en algunos casos preparada para su distribución al menudeo, teléfonos móviles, tarjetas de crédito, útiles para el tratamiento de la droga, soportes para tarjetas telefónicas, un ordenador, una motocicleta, dinero en efectivo --en algún caso más de 70.000 euros--, llaves de un coche Lexus, relojes de alta gama, dispositivos iPad, varios televisores, un vehículo Citroen y artículos de joyería, entre otros artículos, todo, presuntamente, obtenido por la venta de droga.