Feliz Navidad con Hepatitis C
miércoles 24 de diciembre de 2014, 13:48h
Nuestras gentes no entienden por qué mueren a falta de tratamientos públicos los enfermos de Hepatitis C en la era de no crisis o finalización de la misma que anuncia Mariano Rajoy y su Partido Popular. Pero es fácil de entender, mueren porque son pobres, porque no tienen dinero para pagar el medicamento de última generación que ataca al virus que provoca la enfermedad, y porque la financiación pública ha decidido salvar a unos, y a otros no.
Por tanto es la pobreza la que mata, esa pobreza primera causa de mortalidad a nivel mundial, y que una nunca pensó que en la España del siglo XXI también pudiera ser causa de muerte. Los no pobres no tienen problemas con la Hepatitis C. Se pagan las pastillas que hagan falta sin poner su vida a disposición de los Presupuestos Generales del Estado o de las Comunidades Autónomas.
En 2013 se calculaba que unas 900.000 personas estaban contagiadas de Hepatitis C en España. Según la Plataforma de Afectados por esta enfermedad 12 personas mueren al día por el virus. Y muchos de ellos por ser pobres. Mueren incluso en Navidad, porque el medicamento llamado Sovaldi se proporciona desde la sanidad pública a poquísimos enfermos.
Parece ser que Sovaldi, de los laboratorios Gilead, ha demostrado eficacia y seguridad en pacientes con hepatitis C crónica y enfermedad hepática avanzada. En los estudios previos a la comercialización, el 95% de los tratados con la fórmula milagrosa registró supresión virológica.
Norbert Bischofberger, Vicepresidente Ejecutivo de Investigación y Desarrollo y Director Científico de Gilead Sciences, hacía las siguientes declaraciones a los medios tras conocerse las conclusiones finales de los estudios de campo realizados:
“Los pacientes que han participado en estos análisis se encuentran entre los más difíciles de curar y muchos no han tenido opciones de tratamiento adecuadas hasta ahora. Estos datos demuestran que el tratamiento oral basado en Sovaldi puede mejorar los resultados, tiene un perfil de seguridad favorable y es bien tolerado por los pacientes con hepatitis C con enfermedad hepática grave”.
Gran noticia para todos los enfermos de Hepatitis C a nivel mundial. Por fin se había encontrado solución para los que estaban prácticamente desahuciados por lo avanzado de su enfermedad vírica. Por fin cuando ya casi solo quedaban los tratamientos paliativos, una farmacéutica había encontrado la fórmula para que pudieran seguir viviendo pues le habían ganado la batalla al virus. Pero el descubrimiento lo había hecho una empresa privada, que investiga para ganar dinero con los resultados de la investigación (cuando los Estados no invierten en I+D+i sus ciudadanos dependen de los logros científicos de los que investigan por negocio, y esto significa depender del dinero).
La farmacéutica Gilead anunció la comercialización en España de 'Sovaldi' para tratar la hepatitis C, tras el visto bueno por parte del Ministerio de Sanidad el pasado 1 de octubre de 2014. El Ministerio y Gilead acordaron que 'Sovaldi' fuera financiado por el Sistema Nacional de Salud pero solo con un techo de gasto para este medicamento de 125 millones de euros, siendo las comunidades autónomas las que en última instancia cargan con la financiación efectiva del medicamento y las diferentes consejerías de sanidad las que aprueban cada caso al que se destina el tratamiento.
El problema es que el magnífico Ministerio de Sanidad que regentaba la ex Ministra Ana Mato negoció un precio de 25.000 euros por tratamiento con el laboratorio dueño de la patente, con Gilead. 25.000€ paga el gobierno español a la farmacéutica privada por cada lote de pastillas que le compra. Sovaldi está así incluido en la lista de financiación pública, pero a ¡¡¡qué precio!!! Conociendo la trayectoria de Ana Mato y la inutilidad del Gobierno Rajoy es lícito dudar de que el gobierno negociara con nuestro dinero el mejor acuerdo posible para la adquisición del renombrado medicamento.
¿Y por qué solo un techo de gasto de 125 millones? Eso supone de facto elegir a quién se deja vivir y a quién se deja morir. Con 125 millones de euros sólo se pueden financiar 5000 tratamientos y hay 900.000 infectados.
Así que una de dos, o llega un gobierno nuevo que renegocie el precio de Sovaldi con Gilead y se asumen el 100% de los tratamientos, o se recortan ipso facto partidas de gastos superfluos como Casa Real, Protocolo, coches oficiales, dietas y otras memeces para invertir en la vida de nuestros ciudadanos con Hepatitis C.
Feliz Navidad y Feliz Año 2015 de nuevos gobiernos.
Aina Díaz.
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Últimos comentarios de los lectores (1)
29806 | Ricardo - 25/12/2014 @ 12:30:47 (GMT+1)
"¿Nuestras gentes?"
Critica a Capriles por decir "nuestra Venezuela" y la señora Díaz habla en posesivo para hablar de personas que, según ella, no entienden por qué se mueren.
Menos mal que lo aclara y así sus gentes ya lo entienden.