Hay que hacer caso a los hoteleros

La presidenta de la Federación Hotelera, Marilén Pol, ha pedido públicamente al Govern dos cosas. La primera, que impulse la reducción de plazas turísticas. La segunda, que la próxima legislatura no vuelva a repetirse el espectáculo de que se nombren cuatro consellers de Turisme en menos de cuatro años. Precisamente, Antich no podrá quejarse esta legislatura de haber tenido una feroz oposición de los hoteleros y, por el contrario, el clima ha sido más o menos positivo. Con la crisis económica que tenían encima, los empresarios han huido de guerras pese a no estar nada de acuerdo con determinadas decisiones que se adoptaban en el Consolat de Mar. La sintonía con algunos consellers de UM fue positiva, pero ni Buils, ni Nadal ni tampoco Ferrer estuvieron el tiempo suficiente para dejar huella en su gestión. Sin embargo, la Federación Hotelera de Mallorca ha entendido que ha llegado el momento de hacerse notar y dejar claro cuál es su planteamiento de futuro. Gobierne quien gobierne, y todo parece que habrá cambios, no es posible que un departamento tan importante como Turismo, el más importante de todos, sufra el devenir de las guerras políticas y rupturas de pacto varias. El espectáculo de esta legislatura no puede volverse a repetir nunca más.