La presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca denuncia en la entrevista publicada este domingo en mallorcadiario.com los efectos perniciosos que a su juicio va a tener la puesta en marcha del Impuesto sobre Pernoctaciones Turísticas (más conocido como ecotasa), efectos que los políticos que impulsan este impuesto minimizan o directamente niegan. Escuchar a los sectores afectados por una medida política determinada es siempre positivo, aún más cuando sus argumentos surgen del perfecto conocimiento del ámbito turístico y empresarial, que es el motor de la economía balear.
Además en los últimos días hay políticos que destacan en las redes sociales la “buena acogida” que está teniendo la ecotasa desde el día 1º de julio, fecha en que se comenzó a cobrar. Esta afirmación se hace muy a la ligera puesto que nada se ha explicado a los turistas sobre qué es lo que se les obliga a pagar cuando se registran en la recepción de un establecimiento. Y aún peor es que cuando estos pregunten a qué se va a destinar, no haya ninguna respuesta concreta, más allá de buenas intenciones.
La pérdida de competitividad de las Balears por este nuevo impuesto es manifiesta cuando se comprueba que ninguna otra comunidad autónoma lo cobra, a excepción de Catalunya. El resto de destinos turísticos españoles contra los que compite Balears no lo cobra ni tiene intención de hacerlo, lo cual sitúa a la industria turística en situación de desventaja.