En este país, estamos repitiendo elecciones. Frase breve, con un grave trasfondo. Ya no entro en el coste directo que supone repetir un proceso electoral, con su campaña electoral, sus mitines, sus debates, el envío masivo de papeletas que acaban en la papelera,… quiero enfocar mi atención en el hecho de que NO SE HAN PUESTO DE ACUERDO PARA CONSEGUIR SU OBJETIVO: GOBERNAR
Las habilidades básicas de cualquier persona que vive de la política son la negociación y la resolución de conflictos. Tanto una como otra tienen sus raíces en la comunicación, en la autentica comunicación, no en la propaganda. Aquella comunicación con escucha activa, empática, asertiva… y nuestros líderes, las personas que van a gobernarnos, no gestionan bien estas habilidades.
Mucho tienen que cambiar las cosas para que existan mayorías absolutas para una u otra opción política, y dicho sea de paso, es de agradecer que así sea. En la variedad de puntos de vista está la riqueza de los mapas que usamos para movernos por el mundo. Por tanto, y en previsión de nuevos escenarios de conflicto, tengan aquí un manual de cómo afrontar el esos escenarios de forma positiva.
La primera acción a emprender no va a resultar difícil para nuestros dirigentes. Se trata de analizar la situación en primera persona. Buscar nuestros objetivos, valores, lo que nos importa, los obstáculos que encontraremos, cómo queremos superarlos, graduar nuestros intereses, con qué soporte contamos, en definitiva, definir claramente nuestras expectativas. Este paso es común tanto al conflicto como a su resolución. Cualquier conflicto supone, entre otras cosas, una diferencia entre las expectativas de las partes que lo componen. Pero a partir de aquí se abren diferentes caminos en la negociación para resolver el conflicto. Si no nos movemos, simplemente comprobaremos la fuerza de nuestro brazo. Nuestro ego será el que dictará los caminos a seguir, y si es tan fuerte como el de las personas que tenemos delante y todos adoptamos el mismo camino, iremos transitando la incomodidad, el enfado, la rabia,… Por tanto, para salir de este itinerario emocional, mejor tomar una actitud de no agravar la situación, empezar a comunicar de FORMA ASERTIVA. Ello supone defender nuestra posición, pero sin atacar la de nuestro interlocutor. Supone colaborar en la búsqueda de una solución por descubrir, para ello, deberemos nutrir la realidad de actitud constructiva, en lugar de beligerante.
Continúen con la EMPATÍA, pónganse por un momento en los zapatos de su interlocutor, que no enemigo. ¿Cómo hacerlo? fácil, atiendan a la anatomía, tenemos dos orejas y una boca, pues eso, escuchen el doble de lo que hablan. Entiendan lo que dicen, lo que quieren decir, las implicaciones que tiene, descubran cómo afecta el conflicto a TODAS LAS PARTES IMPLICADAS, directa e indirectamente… No se olviden de los votantes, no están sentados con ustedes, !!pero también se ven afectados!!
A partir de aquí, con toda la información, EMPIECEN A GENERAR SOLUCIONES. Unas soluciones nuevas, creativas, libres, que recojan todas las ventajas que puedan ser aportadas por todos los que participen en ella, que atiendan a las necesidades de todos, que tengan en consideración todas las consecuencias, tanto de la acción como de la omisión.
Y por último y no por ello menos importante, ACTÚEN. Diseñen un programa de acción y ejecútenlo. Eso es lo que esperamos todos de ustedes.
No nos defrauden!