Así lo ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, la portavoz de familiares de residentes en La Bonanova y La Llar d'Ancians de Palma, Maria Torres, tras la concentración que ha tenido lugar este lunes en la plaza de Cort y que ha sido convocada por parientes y personas allegadas de los usuarios de estos equipamientos públicos.
Torres ha explicado que el objetivo de la protesta era exigir que los familiares puedan visitar a sus mayores de forma segura pero sin eliminar cierto contacto físico para, de esta manera, según ha indicado, "incidir positivamente en el bienestar de la salud emocional de los residentes".
De acuerdo con Torres, el plan actual en las residencias del IMAS, organismo adscrito al organigrama del Consell de Mallorca, permite 15 visitas al día de una duración máxima de 45 minutos y garantizando una distancia física de, al menos, dos metros de separación entre los interlocutores. Por este motivo, los familiares han reivindicado "el derecho humano de la gente mayor que está en las residencias a recibir afecto y cariño de sus seres queridos".
PIDEN LA DIMISIÓN DE LA PRESIDENTA DEL CONSELLSegún ha indicado la portavoz, durante la concentración también
se han pedido las dimisiones de la presidenta del Consell, Catalina Cladera, el presidente del IMAS, Javier de Juan, y la directora Insular de Gent Gran, Sofia Alonso, a los que acusan de "falta de transparencia" y de estar llevando a cabo una "nefasta gestión" desde la irrupción de la pandemia.
Asimismo, en el transcurso de la movilización, se ha llevado a cabo una 'performance' en la que dos personas, una de ellas la propia Maria Torres,
han representado los papeles de la muerte y de la depresión, y han pintado dos cuadrados en el suelo para simbolizar las residencias de La Bonanova y Llar d'Ancians. El objetivo era simbolizar hasta qué punto "estos dos personajes campan a sus anchas por estos centros residenciales" gestinados por el IMAS.