El escenario de fusiones bancarias -las ya iniciadas y las que se intuyen en el futuro próximo-, así como el cambio de modelo de negocio en el sector alientan nuevas prácticas. "El negocio bancario cada vez está más regulado; a ello hay que sumar unos bajos tipos de interés y la necesidad de generar nuevos ingresos por la vía de las comisiones o de nuevos servicios", señalan. En el baile de fusiones están la ya cerrada de Bankia con CaixaBank y las que podrían incluir a BBVA, Sabadell y Santander.
"Lo que permiten las fusiones es que el sector gane tiempo -indican- pero no se puede hacer perjudicando a los clientes". "En este sentido es cierto que hay entidades bancarias que actúan de mejor forma que otras", manifiestan.
CEDER A "LA PRESIÓN DE LOS JEFES"
Según señalan profesionales de la gestión, "es normal que un banco quiera ampliar su cartera de servicios y ofrezca nuevas opciones; lo que no es normal es que los empleados bancarios cedan a la presión de sus jefes y acaben prácticamente condicionando operaciones de este tipo a la asunción de nuevos compromisos por parte de los clientes".
Desde el inicio de la crisis derivada de la pandemia, autónomos y empresas de todo el país han recibido más de 114.000 millones de euros de financiación a través de la Línea de Avales del ICO, en los que el Estado cubre el 80 por ciento del aval.
Desde la aprobación del real decreto en abril de 2020, se han aprobado más de 940.000 operaciones de las que se han beneficiado en torno a 592.000 empresas, el 99 por ciento de las cuales son pymes y autónomos. Los sectores más afectados por la crisis son los que han recibido un mayor volumen de financiación, con 42.500 millones de euros. Y por provincias, las empresas de Madrid, Barcelona, Valencia y Baleares, por este orden, fueron las que mayor volumen de financiación recibieron con aval del ICO.
Concretamente, en Baleares se han aprobado algo más de 26.000 operaciones por un importe total de casi 4.800 millones.
PETICIÓN DE QUITA
La presión que sufren sobre todo las pequeñas y medianas empresas en este aspecto llevó el mes pasado a la Pimem a pedir al Gobierno central que aplique una quita de hasta el 40 por ciento en los créditos ICO. La patronal balear considera que esta medida, "además de acelerar la recuperación económica, permitiría rescatar a los sectores productivos y evitaría tener que rescatar a la banca".
El presidente de Pimem, Jordi Mora, aseguró que esta reducción de los créditos ICO, que han generado una financiación de unos 110.000 millones de euros, "significaría un rescate empresarial de 44.000 millones de euros, una cifra inferior al coste que supuso el rescate de la banca de la crisis de 2008". Mora explicó que estos créditos "no dejan de ser préstamos normales con un aval del Estado", lo que significa que "el empresario responde al 100 por cien y, si no puede devolver su ICO, el banco le va a reclamar el dinero hasta agotar todas las vías posibles para recuperarlo".
"Si el empresario avala este crédito personalmente, tendrá que devolver el ICO con su propio patrimonio, y una vez que el banco no haya podido recuperar el 100 por cien, irá al Estado a reclamar el 80 por ciento", añadió Mora, quien remarcó que esta quita facilitará a los negocios más margen de maniobra.
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