Un equipo internacional de científicos ha descubierto que los tigres dejan para la noche la convivencia con sus vecinos humanos. Este hallazgo, publicado en 'PNAS', se ha logrado tras un estudio entre los tigres que están compartiendo espacio con hombres en el Paque Nacional Chitwan.
Uno de los autores del estudio, Jianguo Liu, ha explicado que "a medida que la población del planeta aumenta, hay que encontrar soluciones creativas que tengan en cuenta tanto a los humanos como a los sistemas naturales". Así, Liu apunta que "la sostenibilidad se puede lograr si existe una buena comprensión de las complicadas conexiones entre ambos mundos". "Ahora, se ha observado algo muy interesante que está ocurriendo en Nepal, que representa una esperanza para que los seres humanos y la naturaleza prosperen juntos", ha indicado.
La creencia convencional es que los tigres necesitan mucho espacio libre sin humanos, lo que a menudo lleva a que algunas comunidades sean reubicadas, en ocasiones comprometiendo su acceso a los recursos, para dejar espacio a los tigres.
El equipo pasó dos estaciones ajustando cámaras de detección de movimiento para grabar a los tigres, a sus presas y a las personas que caminan por las carreteras y caminos de Chitwan, dentro y alrededor del parque. Chitwan, situado en un valle de la cordillera del Himalaya, es el hogar de unos 121 tigres. La gente no solo vive en los límites del parque, sino que dependen de los bosques para varios servicios como la madera y los pastos.
Los investigadores analizaron miles de imágenes que muestran que las personas y los tigres pasan por los mismos caminos. Los tigres en general suelen moverse en todo momento del día y de la noche, controlando su territorio, apareándose y cazando. Sin embargo, en el área de estudio, Carter y sus colegas descubrieron que los tigres se habían convertido en criaturas de la noche, las luces infrarrojas de las cámaras captaron un pronunciado cambio en la actividad nocturna. La gente en Nepal generalmente evita los bosques en la noche.
"Las condiciones para los tigres en Chitwan son buenas", ha señalado otro de los autores, Neil Carter, que ha apuntado que "el número de presas es alto, los bosques fuera del parque se están regenerando y la caza furtiva de tigres y sus presas es relativamente baja". "Sin embargo, turistas y residentes locales frecuentan los bosques de Chitwan y los tigres necesitan utilizar ese mismo espacio", ha señalado.
Las cámaras captaron algo poco común, los tigres esperaban a que terminara la actividad humana y salían durante la noche. Desde el comienzo del siglo XX, la población mundial de tigres salvajes se ha reducido en un 97 por ciento, a cerca de 3.000 ejemplares. Los tigres que quedan en el mundo están siendo empujados a espacios pequeños y están aprendiendo a compartir ese espacio con los seres humanos, como habilidad de supervivencia fundamental.