Que los belenes tengan una figura identificativa no es patrimonio exclusivo de Catalunya y el “caganer”. En Mallorca, en el siglo XVIII, los que tenían suficiente poder adquisitivo como para montar un belén acostumbraban a poner un fraile escondido y los niños que lo visitaban tenían que buscarlo entre todas las figuras. No obstante, esta costumbre se fue perdiendo con el paso de los años.
Desde hace unos años, la Associació de Betlemistes de Mallorca intenta que se recupere esta tradición. Para empezar, en todos los belenes montados por alguno de sus miembros aparece esta figura.
Desde la asociación que preside Margarita Bover se hace un llamamiento a todas las personas que hacen un belén para que pongan un fraile para que, de esta manera, la costumbre se pueda dar por recuperada dentro de unos años.