Justo un mes después del inicio del verano meteorológico, Baleares suma 94 muertes por calor entre el 21 de junio y el 17 de julio, según los últimos datos recogidos por la herramienta MACE. La aplicación, impulsada por el proyecto FiClima (CSIC–Universitat de València), ofrece una estimación precisa del impacto térmico en la mortalidad.
UN SISTEMA QUE MIDE MÁS ALLÁ DE LAS OLAS DE CALOR

La herramienta MACE aplica un modelo que calcula los fallecimientos provocados tanto por calor extremo como por temperaturas moderadas que se mantienen durante varios días.
Esta metodología se basa en el concepto de "temperatura mínima de mortalidad", es decir, el umbral térmico a partir del cual empiezan a aumentar los fallecimientos. Superado ese nivel, aunque no se trate de una ola de calor reconocida oficialmente, los efectos sobre la salud pueden ser igualmente letales.
EL VERANO MÁS MORTÍFERO EN AÑOS
Las cifras de este año reflejan un repunte muy significativo. En toda España, el sistema MACE ha estimado más de 8.000 muertes por calor en lo que va de verano. Teniendo en cuenta que todavía faltan dos meses de verano, la tendencia apunta a unas cifras de récord en el país.

En el caso concreto de Baleares, las 94 muertes por calor en apenas un mes suponen una media de más de tres fallecimientos diarios. Si se mantiene esta tendencia, el archipiélago podría cerrar el verano con cifras récord de mortalidad vinculada a las altas temperaturas.
NO SON SÓLO GOLPES DE CALOR
Aunque en la opinión pública se asocian las muertes por calor a los golpes de calor agudo, la mayoría de los fallecimientos atribuibles al calor pasan desapercibidos. No suelen aparecer en los partes médicos ni en los certificados de defunción como causa directa.
Lo que ocurre es que el calor agrava patologías crónicas -cardiacas, respiratorias o renales- y actúa como un desencadenante silencioso. Este patrón explica por qué las estadísticas oficiales a menudo no recogen toda la dimensión del problema.
MAYORES Y ENFERMOS CRÓNICOS, LOS MÁS EXPUETOS AL RIESGO
Los datos disponibles indican que las personas de mayor edad, especialmente las mayores de 65 años, junto a los pacientes con enfermedades previas, son los grupos más vulnerables.
A esto se suma la exposición prolongada a temperaturas elevadas sin medios para reducir el calor ambiental, como el aire acondicionado o espacios ventilados. El entorno urbano, con escasa vegetación y muchas superficies que absorben el calor, también contribuye a aumentar el riesgo.
Un comentario
Más muertes en Baleares por calor de las que ha habido por actos violentos, pero nadie hace nada y nadie dice nada.
Todo mi apoyo a trabajadores de la limpieza, construcción, y los que están en la calle.
Ayer lo vi pasar mal a un operario de la limpieza de mi barrio. Es un señor ya bastante mayor y lo ponen a barrer a las 12.00h. ¿Sabes a quien no he visto barrer? A nuestro alcade, que va en Lexus bien cómodo, Si tuviera que barrer él, otro gallo cantaría.