Una pértiga, un estadio con el pulso alto y un flechazo que empezó en una fiesta de verano en Estocolmo. Mondo Duplantis acaba de escalar el listón del salto con pértiga a 6.30 en el Mundial de Tokio y, entre las primeras en celebrarlo, estaba Desiré Inglander, su pareja desde 2020. Él, hijo de atletas y devoto de la física aplicada al cuerpo; ella, modelo y estratega digital con la vista fija en su propia marca. Juntos han convertido cada intento en un acontecimiento global. Y sí, Mondo lo avisa con una sonrisa: “sé que puedo llegar más alto”.
QUIÉN ES DESIRÉ INGLANDER
Perfil en pocas líneas
Desiré Inglander es una modelo y creadora de contenido sueca, nacida en Estocolmo, cuya proyección trasciende las pasarelas. Su imagen se mueve entre editoriales de moda, campañas de lujo y la gestión cuidadosa de su identidad digital. No es “solo” la novia del plusmarquista: su agenda profesional y su comunidad en redes sostienen un nombre propio con brillo nórdico.
Formación y agencia
Para apuntalar su carrera, Desiré estudió Content Marketing en la Berghs School of Communication —un carnet de herramientas que hoy se nota en su narrativa y consistencia visual— y está representada por Generation Models, donde figura su ficha profesional y trabajos en editoriales. Esa base académica y de representación explica por qué su estética es aspiracional sin volverse impostada.
PRESENCIA EN MODA Y REDES
Colaboraciones de primer nivel
Inglander ha firmado coberturas y diarios de fashion week para cabeceras como Vogue Scandinavia, con apariciones conectadas a Dior, Hermès y otras casas que mandan en el “front row” europeo. Su nombre ya no es solo invitado, es activo de marca: aporta alcance, estilo y una historia que suma titulares.
Comunidad y contenido
En lo digital, Desiré supera los 700.000 seguidores en Instagram y se mueve con soltura en TikTok. Comparte looks, viajes, backstage y escenas cotidianas que humanizan su figura. Ese engagement sostenido la convierte en prescriptora para firmas de belleza y lujo. ¿La clave? Ritmo de publicación, estética coherente y relatos en primera persona que conectan.
EL ROMANCE QUE NACIÓ EN UNA FIESTA
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Cómo empezó todo
Se conocieron una noche de verano en Estocolmo. Mondo quedó hipnotizado y tiró la caña —metafóricamente y con sentido del humor—, pero ella no le hizo mucho caso al principio. Siguieron hablando por Snapchat, entre risas y frases tímidas. Meses después llegó la primera cita, esa que a Desiré le intimidaba por la novedad y por tener que conversar en inglés. El resto ya es historia con playlist romántica.
Compromiso, viajes y gradas
La pareja se comprometió en 2024 en una producción con Vogue Scandinavia y, desde entonces, Desiré acompaña a Mondo en grandes citas: Diamond League, Mundiales y Juegos. Su efusividad en la grada es marca registrada: aplaude, grita, documenta y comparte. De vuelta en Estocolmo, conviven en Kungsholmen, aunque el entrenamiento base de Mondo sigue ligado a Luisiana. Él mismo lo dice: ama el pulso de la capital sueca, pero necesita ese “volver a casa” para resetear.
TOKIO 2025 UN 6.30 QUE DEFINE UNA ERA
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El salto
En el Estadio Olímpico de Tokio, Duplantis voló sobre 6.30 y volvió a mover la frontera del salto con pértiga. No es solo un récord; es una declaración de intenciones. Cuando bajó de la colchoneta, lo repitió con serenidad: “puedo llegar más alto”. En la grada, Desiré lo celebró como lo que es: compañera, testigo y primera cronista de un atleta que desafía la gravedad con regularidad pasmosa.
Hijo de un ex pertiguista internacional y de una ex heptatleta y voleibolista, Mondo creció entre garrochas y listas de marca. El resultado está a la vista: coordinación, cabeza fría y una técnica que parece obra de ingeniería sueco-luisiana. El 6.30 no es casualidad; es la consecuencia de un ecosistema afinado, dentro y fuera de la pista.
LA MARCA PERSONAL DE ELLA Y EL IMPULSO DE ÉL
Cómo se alimentan
El deporte ofrece la hazaña; la narración de Desiré le pone contexto y emoción. Ella documenta, selecciona y cuenta; él ejecuta. Juntos amplían el alcance: cada récord se multiplica en portadas, vídeos verticales y titulares. Una dupla moderna donde amor, moda y alto rendimiento se dan la mano.
Lo que viene
Con su formación en marketing de contenidos y planes para abrir su propia empresa, Desiré apunta a profesionalizar aún más su estrategia. Mondo, por su parte, tiene un horizonte que no entiende de techos. La pregunta no es si habrá otro récord, sino cuándo. Y cuando llegue, la primera historia en Instagram ya sabemos de quién será.