En los más de 15 años que he estado cotizando cómo autónomo, siempre he tenido la misma sensación el día 1 de mayo, me siento huérfano, no hay nadie que salga a manifestarse por un colectivo de más de 3 millones de personas, de las cuales el 99,8 son pymes y de estas más del 50% no tienen trabajadores asalariados, por lo que son trabajadores como los de cualquier otro sector, cosa que no entiende ni la “dulce” Ministra Yolanda.
Pero los autónomos han cometido un pecado capital, no están unidos y a pesar de que en las elecciones todos los partidos se rifan sus votos, no tienen peso en ninguno de ellos, es más cuando sale una iniciativa como Autónomos al Congreso que intenta aglutinar de la mejor forma posible a esta ingente masa de trabajadores y pymes no consiguen ninguna clase de ayuda o soporte para que simplemente se puedan hacer oír. No los financia ningún País extranjero, ni la banca, ni ningún lobby, pero en algún momento los autónomos tendrán su peso en este país, eso no lo duden.
Este pasado 1 de mayo, muchos trabajadores han salido a la calle a protestar y hacer reivindicaciones, mientras que miles de autónomos tenían que seguir trabajando, sobre todo en el sector servicios para que por ejemplo una vez terminada la manifestación, los líderes sindicales se puedan tomar las copas en sus establecimientos o comerse una buena mariscada, algo que es de “agradecer” ya que si no les ayudan por lo menos que consuman, porque esto es todo lo que se puede esperar de ellos.
Subir salarios en las microempresas con la actual inflación comporta inevitable llegar a una de estas dos soluciones, o subir precios al público o cerrar, porque la caja de estas pymes no da para más, pero esta reivindicación la llevan los sindicatos en su día 1 de mayo, sin especificar nunca si piden subida de salarios en las grandes empresas, por ejemplo en la banca, que vuelve a tener resultados astronómicos, como son los del Banco de Santander, que en el 1 trimestre de este año ha logrado un 58% más de beneficios y como no hablar de las Eléctricas que directamente se ríen de todos nosotros.
Mientras tanto, un día como el de ayer en un despacho Ministerial, el Ministro Escrivá sigue a lo suyo, que es plantear una subida de cotizaciones enmascarada en una regulación según facturación, es su manera particular de darnos el 1 de mayo.
Ha vuelto a pasar un día 1 de mayo, un día dedicado al “trabajador” pero no al trabajador autónomo, la situación se merece aquel título de película “Nadie se acordará de nosotras cuando hayamos muerto” pero les puedo asegurar que en el caso de los autónomos no va a ser así, si se sigue maltratando a los autónomos y tienen que seguir cerrando e incorporándose al régimen general, el mercado laboral saltará por los aires, porque no puede asumir más de 3 millones de trabajadores, ni el estado sufragar su paro o ayudas, aunque sean mínimas.
Matar al autónomo es para un Estado hacerse el harakiri, pero en un País en dónde sus dirigentes no han abierto una empresa en su puñetera vida es hablar en el desierto, salvo que el plan del Gobierno sea hacer a toda la población funcionaria, pero creo que esto no va a pasar, aunque algún dirigente le gustaría, porque así tendría el control total de la clase trabajadora.
Sólo me queda por decir que ya que ayer día 1 de mayo nadie salió a defender a los autónomos, esta columna va dedicada a ellos, que aguantan lo que haya que aguantar para salir adelante, lo llegan en sus genes y yo sólo puedo decirles un BRAVO y un ADELANTE, no estáis solos.