Finalmente ha tenido que intervenir la dirección nacional del Partido Popular en el grave conflicto surgido en el PP de Balears tras el descalabro electoral del pasado 24 de mayo, para poner fin a un espectáculo deplorable de división interna y de luchas cainitas. El aún presidente del Govern será designado senador y presentará su dimisión como presidente del partido en el mes de julio.
Para sustituirle se busca una persona con autoridad y respetado por todos. Se baraja el nombre de Pere Rotger, exalcalde de Inca y expresidente del Parlament, aunque su imputación en el caso Over, donde se investiga la supuesta financiación ilegal del PP, ya le obligó a dimitir del cargo de presidente del Parlament en diciembre de 2012. Esta vicisitud supone un obstáculo muy claro a la hora de otorgar facultades al veterano político.
José Ramón Bauzá hace bien en marcharse y no enrocarse más en una situación insostenible. Corría el riesgo de que sus compañeros de filas le echasen de mala forma y ese sería un triste final para un político que ha ocupado el cargo de presidente del Govern. Una salida tan indecorosa hubiese enturbiado sus éxitos. De sus fracasos no hace falta decir nada porque los ha pagado sobradamente en las urnas. Ahora podrá contribuir con su experiencia y desde la cámara alta, a que los intereses de Balears sean tenidos más en cuenta en Madrid. Esperemos que tenga éxito.



