La planta -1 de Son Espases, en la que se ubican distintos servicios, está que da pena, ya que no sólo hay suciedad por todo sino que, además, todavía hay escombros, carritos de la comida abandonados, guantes quirúrgicos tirados en la puerta del ascensor… Y lo peor es que la gente que circula por allí y se encuentra con semejante desastre. Este panorama, del que no parece haberse enterado el gerente del hospital, Luis Carretero, y muchísimo menos el conseller de Salut, Vicenç Thomàs, quien se colgó las medallas antes de tiempo, es el que puede verse si uno se da una vuelta por el lugar. Además, en la salida al exterior de esta planta se ven unas columnas, supongo que de hormigón, por las que el agua cae de forma ininterrumpida. Menos mal que es el “mejor hospital de Europa”.
