La operación se inició tras recibir denuncias sobre la venta de productos falsificados en locales del polígono industrial, muchos de ellos con apariencia de comercios legales.
Según los agentes, las prendas, de baja calidad, se ofrecían como originales, causando un perjuicio económico y de imagen a las marcas afectadas y generando competencia desleal.
Durante las inspecciones, los guardias civiles hallaron mercancía oculta en compartimentos especialmente habilitados, como fondos dobles y zonas simuladas.
Por el momento, dos personas son investigadas como presuntas autoras de un delito contra la propiedad industrial pero no se descartan nuevas imputaciones en la cadena de distribución de los productos falsificados