El presidente de la Obra Cultural Balear, Jaume Mateu, uno de los impulsores de la plataforma pro Televisión de Mallorca, ha dicho –y cito textualmente- que “si el Consell quiere la empresa que gestiona la televisión que se la quede, pero el canal es del pueblo”. Y se ha quedado tan ancho.
Mateu miente y manipula, porque, y lo sabe muy bien, ningún canal es del pueblo sino que todas las frecuencias pertenecen a los Gobiernos, que son los que otorgan las concesiones. Le recuerdo al señor Mateu que emitir por una frecuencia no autorizada es ilegal y cuando se concede se hace en base a unos requisitos, que si no se cumplen pueden dar lugar al cierre del canal. Y eso es así, tanto en castellano como en catalán, le guste o no, por lo que esa frase tan bonita, tan revolucionaria, tan OCB, es una mentira y una manipulación.
Ahora resulta que todos veían Televisión de Mallorca, que aprendían catalán a través de sus programas y que la cierran por culpa de la serie de la memoria histórica.
Que luchen lo que quieran la OCB y la Memoria Democrática, que soliciten la concesión del canal y que lo pongan en marcha y lo mantengan, eso sí, con su dinero, no con el de todos, porque cuando hay sectores infinitamente más importantes que requieren inversiones, hay que elegir y el Consell ya ha elegido, por mucho que le pese a Jaume Mateu y a su subvencionadísima OCB.
