Lejos ha quedado la reivindicación del 0,7 y más, los actuales recortes presupuestarios de las Administraciones Públicas en los fondos de ayuda oficial al desarrollo (AOD) destinados a cooperación presentan un panorama desolador, nos alejamos definitivamente de la meta del 0,7% de la renta nacional bruta destinado a la AOD, calculándose un aporte de tan solo un 0,17% para 2013. El recorte en 2012 y 2013 superó el 80% con respecto al año 2011, ninguna partida presupuestaria ha sufrido un recorte tan brutal, y estas decisiones políticas matan sin lugar a dudas.
Las consecuencias del desempleo, pobreza y exclusión propios a los países empobrecidos empiezan a producirse ya con mucha fuerza en los países enriquecidos… Solo una globalización humana y solidaria fundada en la economía productiva, social y de mercado, en la universalización del Trabajo Digno, la redistribución equitativa de la renta, la aplicación de un nuevo Contrato Social Mundial que garantice que ningún ser humano viva por debajo de la dignidad en las materias que son inherentes a la misma: empleo decente, salud, educación, acceso a la alimentación y al agua potable, garantía de sus derechos humanos, promoción de la igualdad en todas sus dimensiones para la mujer, defensa del medio ambiente, promoción de las energías limpias y renovables, coexistencia de la diversidad cultural y espiritual de la Humanidad… Todo ello como fundamentos de una Paz justa e irreversible.
La globalización del capitalismo salvaje, sin más motor ni horizonte que el lucro privado a toda costa sin reparar para ello en los altísimos costes humanos, sociales, medio-ambientales que provoca, supone un alto riesgo de regresión, de inseguridad e inestabilidad a nivel global, y es la causa primera y última de esta crisis fruto de la especulación y el delito financiero en detrimento de la economía real y productiva.
Esta tarde, muchas organizaciones y personas van a movilizarse contra la pobreza -a las 19,30h en Plaza de España- todos los actores que van a protagonizar la jornada, reclamamos la inversión de esa máxima y que la riqueza esté al servicio de las personas, en definitiva contra la riqueza que empobrece.





