A nadie se le escapa la guerra abierta que existe en Podemos por el kontrol de la organización liberticida. Y que últimamente ha enfrentado a personajes relevantes muy mediáticos. Desde Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, o Pablo Echenique, hasta Ramón Espinar, el especulador, y, Rita Maestre, la condenada que prometió dimitir y que sigue desempeñando su cargo en Madrid. Sin menospreciar a nuestro también condenado concejal de Palma, Aligi Molina. Es curioso, los dos por asaltos, a una capilla la primera y a una consejería el segundo, hasta en eso coinciden los admiradores de Chávez y Castro. Todo muy democrático. Muy de “la gente”.
Otra coincidencia nacional (plurinacional para ellos) es que en Baleares la nomenklatura también es extensa: Alberto Jarabo, Chelo Huertas, Daniel Bachiller, Montse Seijas, y la vertiente calvianera de los escándalos izquierdistas: Ainhoa Barajas, la hija de Margarita Nájera, cargo ejecutivo de una sociedad creada en un paraíso fiscal. Estos son los que irrumpieron en la política imponiendo unas exigencias éticas a los demás partidos que, como estamos viendo una y otra vez, ninguno de ellos cumple.
Iban a revolucionar España luchando contra la corrupción y la “casta”. Esta es su lucha ejemplar que vamos conociendo por algunos medios de comunicación como éste en el que escribo: Contrataciones opacas a productoras de televisión vinculadas al partido, designación de cargos de confianza a familiares, parejas, y exparejas, subvenciones a entidades afines como algún laboratorio de investigación, pagos en “B”, personal doméstico sin contratar, irregularidades en declaraciones de la renta, pelotazos y especulaciones inmobiliarias, financiación a cargo de regímenes corruptos, sociedades en paraísos fiscales. Menos mal que iban a ser los adalides de la transparencia, la honestidad y la honradez, porque con el poco poder que han tocado, si son investigados, van a proclamarse campeones en el vergonzoso ranking de la corrupción aún liderado por nuestros clásicos: PSOE y nacionalistas catalanes.
Con todos estos ingredientes, en IB3TV y con la productora de Jarabo, podrían producir una serie emulando a la de Sony Croquett y Ricardo Tubbs bajo el título “Podemos vice”, perdón, “Podem vice”. Quizá se consiguiera recuperar algo la audiencia de IB3 antes de que Andreu Manresa la liquide definitivamente.
No sólo los dirigentes de Podemos están demostrando su incapacidad para desempeñar cargos públicos, ya sea por falta de formación o por no tener el más mínimo respeto por las instituciones democráticas donde los investigados siguen okupando sus cargos, sino que los protagonistas y sus equipos han demostrado una absoluta falta de sentido del ridículo despreciando a sus militantes y a las instituciones donde gobiernan gracias al PSOE.
La manifiesta incompetencia de Podemos es igualmente proporcional a su extremismo y a su afán de enriquecimiento. Todo muy anticapitalista. Comunismo de manual: Cuando llegan al poder, siempre sin ganar unas elecciones democráticas, se enriquece la élite dirigente mientras se arruina a ”la gente”. Todo muy offshore.
