Rafael Salas pertenece a una saga de empresarios que a lo largo de años han hecho de su amor por el cine su forma de vida. En estos momentos es el presidente de la Asociación Balear de la Empresa Familiar.
- Antes de entrar en detalles, ¿Porqué una asociación específica de empresas familiares? ¿Qué tienen de especial?
- Tienen a la familia como eje principal, que le da a la empresa otros valores que no tienen el resto. La empresa no familiar busca un beneficio a corto plazo, mientras que nosotros tenemos como punto de mira la combinación de la empresa y la familia, y que la primera perdure en el tiempo gracias a la segunda. En estos momentos un 50% de las empresas familiares pasan a segunda generación, mientras que a tercera generación ya estamos en un 20% de empresas que sobreviven.
- Y ahora en Balears ¿Cuántas empresas están asociadas?
- Ahora somos 51 empresas.
- ¿Qué volumen representan estas empresas en el tejido empresarial de Balears, tanto a nivel económico como en generación de puestos de trabajo?
- Nuestros asociados representan más del 25% del PIB de Balears. Hay que tener en cuenta que están las empresas familiares más significativas de Balears como las familias Matutes, March o Fluxà. A nivel de puestos de trabajo, en Balears estamos sobre un poco más del 2% del total.
- ¿Qué trabajos específicos lleva a cabo la asociación?
- Nosotros tenemos como objetivo que las empresas sobrevivan en el tiempo y ponemos todos los medios que podemos en esto. Sobre todo con temas de formación no solo al empresario en sí, sino también a los familiares que forman parte del accionariado. Deben saber que se hace en un consejo de administración en el que están muchos familiares aunque no desarrollen su trabajo en la empresa o conocimientos de ciertos protocolos de familia empresarial. Formamos en temas financieros o laborales a todos aquellos que forman parte de la familia. Hay que formar a los futuros propietarios de las empresas.
- ¿Cuáles son las principales reivindicaciones de la asociación en estos momentos?
- Sin duda el tema de la financiación para Balears es muy importante. pero también la reducción del tamaño de la administración. Eliminar las subvenciones. Hay que garantizar una seguridad jurídica que nos proteja. Luego hay temas que para nosotros también son muy importantes como la educación. La formación de nuestros jóvenes futuros empresarios es crucial. No puede ser que cada vez que entra un nuevo gobierno se cambie todo de arriba a abajo. Al final todos nos dicen que sí a nuestras peticiones pero parece que es muy difícil llevarlas a cabo.
- El tema de la financiación ha sido un caballo de batalla del nuevo Govern durante la campaña electoral. ¿Son optimistas en este sentido para esta legislatura?
- No. No del nuevo Govern, sino de ninguno otro. Es un caballo de batalla de todos los partidos desde que hay democracia pero hay que tener memoria histórica. Ninguno de los partidos que se han reunido con nosotros han dicho que no a mejorar la financiación de Balears, pero al final no se acaba llevando a cabo. Debe haber alguna manera de poder negociar con el estado para que se solucione este problema. Todavía arrastramos el tópico de que aquí vivimos muy bien. Mejor que nadie. Y aquí hay dramas empresariales como por ejemplo en Menorca o Eivissa en invierno. Falta de infraestructuras, cuando nos tienen por privilegiados. Hacen falta buenos políticos que puedan ir a Madrid y a Europa a reclamar lo que es justo para Balears.
- Aún así, ¿Son optimistas de cara al futuro?
- El empresario por defecto es optimista. Sino más vale que cierre cuanto antes.
- Dentro de su asociación hay empresas del mundo turístico. ¿Le han hecho saber su punto de vista respecto a la instauración de una nueva ecotasa?
- Todos están en contra de la ecotasa. En su anterior versión ya se vio que no funcionaba. Lo que queremos es menos impuestos para poder invertir más en las empresas. Estamos en contra como en el caso de otros impuestos. De todas maneras estoy convencido que se implantará. Habrá que ver al final como se cobra y a que se destina el dinero, pero la experiencia de la anterior no invita al optimismo.
