El propietario de un taller mecánico de Palma se ha jugado el tipo para evitar que un hombre en estado de embriaguez condujera. Según informa la Policía Local de Palma, los hechos sucedieron este miércoles alrededor de las 16:20 horas de la tarde en la calle Arxiduc Lluis Salvador.
El mecánico se percató de que un hombre que iba muy bebido intentaba arrancar un coche. Inició las maniobras para incorporarse a la circulación con evidentes problemas de coordinación. Por ello se encaró con él y consiguió introducir el brazo en el vehículo y arrebatarle las llaves del coche.
Cuando llegaron los agentes, realizaron la prueba de alcoholemia al conductor, que resultó ser un súbdito búlgaro de 36 años de edad. Para su sorpresa la dio 1,30, cuando el máximo permitido por la ley es 0,2. Trasladado al cuartel de Sant Ferran se le volvió a efectuar la prueba y arrojó un resultado aún mayor, de 1,35. Ello supone casi siete veces más la tasa de alcoholemia permitida. Se le ha imputado un delito contra la seguridad vial.
