El Departamento de Carreteras del Consell de Mallorca ha decidido reducir la velocidad máxima en un tramo de 3 km. de la carretera de Llucmajor a Campos, que pasa de un máximo de 100 km/k para turismos y motocicletas, hasta los 80 km/h. Además, se prohíbe en ese mismo tramo el adelantamiento con la correspondiente señalización vertical y doble línea continua.
Tras el anuncio hecho por la consellera Mercedes Garrido de la paralización del proyecto de desdoblamiento que ya estaba finalizado y con la previsión de iniciar las obras antes de fin de año, parece evidente que ante el retraso subsiguiente los responsables del Consell han visto que debían hacer algo para tratar de paliar la elevada siniestralidad de la carretera que une Llucmajor con Campos.
Sería interesante conocer los informes técnicos que justifican las medidas adoptadas ahora, porque lo cierto es que desprenden una cierta sensación de improvisación. Al fin y al cabo, la reducción de la velocidad es bastante contradictoria con la prohibición del adelantamiento y es previsible que se produzcan retenciones que agraven la situación de la carretera en cuanto a mayor densidad circulatoria.
En todo caso, lo que ahora se hace no deja de ser un parche –de ya veremos qué utilidad– cuando lo más importante es empezar las obras de remodelación de una carretera que necesita una intervención integral para acabar con la elevada peligrosidad para los vehículos que circulan por ella.





