A más de uno de los que vieron perder al Real Mallorca este sábado en su debut de esta temporada, este artículo les parecerá un ejercicio de fe ciega. Lo es.
Nada que objetar a la actitud de un equipo hecho a trozos, sin presupuesto, sin estabilidad institucional, y confeccionado por un cuadro técnico que ya no es el que decide. Mala forma de empezar. Seguiremos mal algunas jornadas más.
Para escribir estas líneas he requerido del asesoramiento de varias personas del mundo del fútbol. Necesitaba recargar mi fe en un equipo que empieza perdiendo. Se me ha convencido de algunas cosas.
A Karpin (llegado muy pocos días antes del inicio del campeonato) le han faltado dos detalles fundamentales para empezar bien: por un lado, un par de amistosos más de pretemporada; por el otro, que el transfer de 3 de los 4 últimos fichajes ya estuviera tramitado y en regla.
Por tanto, empezamos más tarde que la competencia. Sin embargo, este año al menos "empezaremos", cosa que no sucedió la temporada pasada. Además, esta temporada jugaremos con una previsible estabilidad y lealtad institucional que permitirá ir al "partido a partido" con más serenidad. Pido lealtad institucional. Si no se da, todo el mallorquinismo debe señalar con el dedo a quien la incumpla. Y todos sabemos hoy quienes son los sospechosos de incumplirla.
En el ámbito futbolístico, reconoceré como la mayoría que desconozco a los nuevos fichajes de Dudu Aouate. pero tendré que confiar en ellos cuando incluso los analistas más críticos con él coinciden en señalar que este Mallorca ha fichado hambre y ganas.
Pues ya está. Lo que no tuvimos el año pasado: hambre y estabilidad. Creo en Dudu.
Y lo más importante: Que Biel Cerdá siga gastando goma del Audi del club en Pollença y que la visa siga teniendo fondos....pero en Barcelona.
