En algunos casos, los padres llegaron a plantear, y ganar, recursos contra un manual en concreto, por considerarlo adoctrinador . Entre otras cosas, un manual enseñaba que el neoliberalismo “en principio perjudica a todos los trabajadores, pero en especial a las mujeres trabajadoras”; o que la sexualidad es un concepto cultural modificable, de forma que todas las orientaciones sexuales eran igualmente válidas. Otro manual, , titulaba uno de los apartados del libro “Incompatibilidad entre capitalismo y parlamentarismo”.
Se podrá estar más o menos de acuerdo con estos postulados, pero lo que no es lógico es considerar artificial o innecesario el malestar de muchos padres con los contenidos que sus hijos tenían que estudiar. Si la nueva asignatura quiere evitar polémicas artificiales lo mejor es que se dedique a transmitir lo que lleva en su nombre: Valores cívicos y éticos.
Hay que ser consciente de que la enseñanza no puede limitarse a la mera transmisión de conocimientos, no discuto el hecho de que la escuela eduque en valores. El problema surge cuando se convierte en obligatoria una asignatura con planteamientos ideológicos.
Esto es lo que ocurrió con Educación para la Ciudadanía y posiblemente con esta nueva asignatura. Se ha pasado de una alternativa a la Religión a una asignatura obligatoria que entra absolutamente en terrenos morales debatidos en donde las posturas de la sociedad son particularmente polémicas -como es de esperar- en una sociedad plural.
La alternativa a la asignatura de religión es la enseñanza aconfesional del fenómeno religioso, no el adoctrinamiento laicista. El laicismo se convierte en religión civil, con una intención sustitutiva, aunque, a la hora de la verdad no pueden eliminar la enseñanza de la Religión dado que lo dice la Constitución en los artículos 16 y 27.3 y los acuerdos con la Santa Sede.
Pero la polémica no sólo vendrá del carácter obligatorio de esta nueva asignatura, también será problemático el diseño de sus contenidos al margen de lo que piensan los padres. Precisamente porque la escuela puede y debe ocuparse de los valores, debe ocuparse de los valores como los padres quieran.





