Este 6 de julio de 2025, Tenzin Gyatso, el XIV Dalái Lama, cumple 90 años. El anciano líder espiritual del budismo tibetano, símbolo global de la paz y la compasión, y Premio Nobel de la Paz en 1989, dejó también una huella imborrable en Mallorca, isla que visitó en una ocasión histórica que hoy pocos recuerdan pero que aún vive en la memoria de quienes la presenciaron.
Corría el año 1990. Gabriel Cañellas (PP) era presidente del Govern y Maria Antònia Munar (UM) era presidenta del Consell de Mallorca. El obispo de Mallorca era Teodor Úbeda, figura clave del clero mallorquín del siglo XX. Fue en ese contexto cuando el Dalái Lama aterrizó en Palma para participar en un acto que marcó un hito en el diálogo interreligioso en Baleares.
Mandala en Pollença
El Dalái Lama visitó el Santuari de Lluc y Pollença donde clausuró la exposición de arte budista tibetano organizada en la iglesia del Convento de Sant Domingo.
En un gesto tan simbólico como inaudito, un templo católico mallorquín, la iglesia de Nostra Senyora del Roser de Pollença acogió una ceremonia budista. Rodeado de monjes tibetanos, del obispo Teodor Úbeda, de representantes institucionales y de cientos de curiosos y fieles, el Dalái Lama presidió la creación de un mandala de arena, cuyos primeros granos colocó él mismo.
Se trata de una obra efímera de precisión milimétrica, cargada de espiritualidad, que representa el universo en la cosmovisión budista. Fue elaborado por los monjes Tenzin Sopa y Tenzin Dana, del monasterio de Namgyal en Dharamsala, en el Himalaya indio, lugar donde reside el Dalái Lama y el gobierno tibetano en el exilio.

La escena, documentada en una imagen ya histórica, muestra al Dalái Lama, ataviado con su túnica azafrán, dialogando con el obispo Úbeda y contemplando la obra de sus monjes, arrodillados en plena elaboración del mandala. A su alrededor, Cañellas, Munar y el entonces alcalde de Pollença, Martí March (padre del actual primer edil) asistían con respeto a una ceremonia que desbordaba el protocolo institucional y entraba en el terreno de lo trascendente.
Como todo mandala, fue destruido y la arena de colores con que había sido dibujado, fue esparcida en aguas de la bahía de Pollença. Sin embargo, en señal de agradecimiento, el Dalái Lama regaló al pueblo de Pollença otro mandala, uno de los cinco que se conservan intactos en todo el mundo. Se exhibe en el Museo Municipal.
Símbolo mundial de la paz
Hoy, 90 años después de su nacimiento en un remoto pueblo del Tíbet, el Dalái Lama sigue siendo una voz incómoda para China, admirada en Occidente y venerada por millones de seguidores, no únicamente budistas. Exiliado desde 1959 tras la invasión china del Tíbet, Tenzin Gyatso ha recorrido el mundo predicando la no violencia, la compasión y el entendimiento mutuo, sin dejar de denunciar la represión de su pueblo.

En su avanzada edad, el Dalái Lama ha anunciado que tras su muerte, se reencarnará en el mundo libre, lo que descarta a China; y que sólo la Fundación Gaden Phodrang tiene la autoridad para reconocer a su futura reencarnación, de acuerdo con los procedimientos establecidos y la tradición budista.
Se anticipa así a la intención del gobierno comunista de Pekín, que mantiene que la reencarnación del Dalái Lama debe hallarse en China con la autorización del Gobierno. El líder del gobierno tibetano en el exilio, Penpa Tsering, ha respondido con sorna que “China debería buscar a la reencarnación de Mao Zedong”.
90º cumpleaños
Ayer mismo, el Dalái Lama difundió este mensaje a todo el mundo con motivo de nonagésimo aniversario:

"Con motivo de mi 90 cumpleaños, tengo entendido que amigos y personas que me desean bien en muchos lugares, incluidas las comunidades tibetanas, se están reuniendo para celebrarlo. Aprecio especialmente que muchos de ustedes estén aprovechando esta ocasión para llevar a cabo iniciativas que resaltan la importancia de la compasión, la bondad de corazón y el altruismo.
Yo soy solo un simple monje budista; normalmente no celebro los cumpleaños. Sin embargo, dado que están organizando actos centrados en mi aniversario, deseo compartir algunas reflexiones.
Si bien es importante trabajar por el desarrollo material, es fundamental centrarse en alcanzar la paz interior cultivando un buen corazón y siendo compasivos, no solo con nuestros seres queridos, sino con todos. A través de ello, estarán contribuyendo a hacer del mundo un lugar mejor.
Por mi parte, continuaré centrado en mis compromisos de promover los valores humanos, la armonía interreligiosa, y en llamar la atención sobre la antigua sabiduría india que explica el funcionamiento de la mente y las emociones, así como la cultura y el patrimonio tibetanos, que tienen un gran potencial para aportar al mundo a través de su énfasis en la paz mental y la compasión.
Desarrollo determinación y coraje en mi vida diaria a través de las enseñanzas de Buda y de maestros indios como Shantideva, cuya aspiración procuro mantener viva:
Mientras el espacio exista,mientras haya seres sintientes,hasta entonces, también yo permanecerépara disipar los sufrimientos del mundo.
Gracias por aprovechar la ocasión de mi cumpleaños para cultivar la paz interior y la compasión.
Tashi Deleg y con mis oraciones,
Dalái Lama, 5 de julio de 2025
Un comentario
Echo en falta saber cómo eran las farolas entonces Joan Miquel.