El miércoles pasado, en un artículo suyo en esta misma sección y en este mismo medio de comunicación que nos acoge semana tras semana, trató de homófobo, radical, de represión y odio, el discurso del Foro de la Familia.
El Foro de la Familia siempre ha defendid
Acogidos a este espíritu de independencia, hemos expresado nuestro juicio sobre las conductas sexuales que, libremente, adoptan las personas, con la misma libertad que el movimiento LGTBI expresa su visión de la sexualidad.
No creemos que pueda identificarse nuestra posición, como discriminatoria de las personas, mucho menos odio, que adecuan su conducta sexual a esa ideología o la defienden.
Le pedimos disculpas si, desde nuestro ámbito escritos o declaraciones, le hayamos haberse sentido discriminado, ya que no somos conscientes de haberlo hecho o incitado al odio a personas que, como usted, manifiestan abiertamente su sexualidad.
También le manifestamos que, desde el Foro de la Familia no podemos aceptar que se nos imponga, a todos, la adhesión a una concepción de la sexualidad concreta ni aceptar la manipulación ideológica del sistema educativo al servicio de la ideología particular de algunos en materia de sexualidad, sin el consentimiento de los padres, primeros responsables de la educación de sus hijos.
Las familias tienen el derecho y el deber de defenderse frente a quienes pretenden instrumentar la administración educativa para imponer a sus hijos una visión de la sexualidad contraria a los criterios de las propias familias en la materia.
El discurso del Foro de la Familia, desde su fundación, se ha basado en el espíritu de libertad y defensa de los valores de la familia.
Sólo pedimos que se nos respeten nuestros derechos que, como usted con los suyos, estaremos dispuestos a defender.
