La responsabilidad fundamental de la familia siempre ha sido la de cuidar y proteger a los niños y asegurar el desarrollo armonioso de su personalidad. La familia garantiza que puedan crecer en un ambiente de felicidad, amor y comprensión para afrontar mejor el futuro.
Los padres de todas las razas, religiones, culturas y nacionalidades en todo el mundo son los que primero cuidan y enseñan a sus hijos, para que puedan llevar una vida feliz y productiva. Los padres son los pilares de la estructura familiar, de las comunidades y de la sociedad.
La Asamblea General de la ONU, en su resolución del 17 de septiembre de 2012 declaró el 1 de junio Día Mundial de las Madres y de los Padres, queriendo así reconocer su labor y honrar su trabajo en todo el mundo para rendir homenaje a su devoción, compromiso y sacrificio para asegurar el futuro de sus hijos.
Todo lo que acaba de leer , querido lector, es lo que dice la página web de la ONU para dicha celebración que pasó sin pena ni gloria en nuestras islas sin que ninguna institución ni político politicamente incorrecto se hiciera eco de dicha celebración.
Les dedico estas líneas hoy a esos héroes silenciosos que cada día sin ruido ni parafernalia contribuyen a hacer una sociedad más justa y equilibrada con sus múltiples desvelos y cuidados.
Pequeña es esta aportación comparado con lo que ellos aportan hora a hora y día a día, pero ahí está para el sonrojo de alguna institución pública o político que se precie de contribuir a una sociedad mejor. Mi homenaje y profundo agradecimiento a esos héroes silenciosos.





