Sí. Adiós septiembre. No. No he perdido la noción del tiempo y el espacio. El mes no ha terminado. Lo que toca a su fin ha sido la convocatoria extraordinaria de recuperación de exámenes para los alumnos de educación secundaria. Por fin, alguien se ha dado cuenta que hacer exámenes en septiembre no sirve de nada. La mitad de alumnos no se presenta a la convocatoria; y de la mitad que lo hacen, únicamente la aprovecha un veinte por ciento.
Han tenido que pasar casi 20 años para que nuestros políticos se den cuenta que esta decisión es una de las consecuencias de la ley de educación que más daño ha hecho a nuestro país. Sí, en efecto, me estoy refiriendo a la LOGSE. Pero como dice el refranero español, nunca es tarde si la dicha es buena.
Algunos pensarán que tengo chivatos en el Ministerio de Educación porque justo la semana pasada utilizaba estas líneas para dejar latente mi posicionamiento contrario a la celebración de la convocatoria extraordinaria de septiembre. No soy el precursor ni el altavoz del Ministerio. Soy un simple profesor de secundaria que vislumbra lo que necesita el sistema educativo.
Ahora, los docentes tenemos que hacer una reflexión profunda sobre lo que supone suprimir la convocatoria de septiembre. Ello nos va a conducir a reprogramar nuestras asignaturas para convertir la evaluación de éstas en una pura evaluación formativa y globalizadora.
Tenemos el reto de estrujarnos las neuronas y adaptar nuestro sistema de evaluación, decimonónico en algunos casos, en algo distinto para que el alumno alcance en el mes de junio los aprendizajes necesarios para promocionar de curso.
El próximo reto de nuestros políticos es eliminar la repetición de curso. Y ésta también la he avanzado en algún artículo e incluso en alguna entrevista en medios de comunicación. Creo que ahora estamos asistiendo a los prolegómenos de esta decisión. Indirectamente, la normativa nos está dejando ver entre líneas que los alumnos tienen que pasar de curso independientemente de las asignaturas no superadas. No obstante, esta idea todavía tiene que madurarse bien para no meter la pata. En cualquier caso, lo iremos viendo.
Así pues, adiós septiembre.