Algo no acaba de funcionar

Hace unos días se produjo en el aeropuerto de Palma un hecho lamentable que, además, no es la primera vez que sucede y viene repitiéndose cada vez que se presenta la misma coyuntura.

Los viajeros procedentes de algunos países considerados de alto riesgo, algunos africanos y otros sudamericanos, deben, de acuerdo con las instrucciones del gobierno español, ser sometidos a un test de detección de antígeno de ARS-Cov 2 a su llegada a España, en los controles establecidos para ello en todos nuestros aeropuertos que reciben vuelos internacionales, con independencia de que hayan sido vacunados y dispongan del correspondiente certificado, o que les hayan practicado una prueba de antígenos o de PCR de la covid 19 en los dos días precedentes.

Una mujer procedente de Colombia que viajaba con dos hijos se tuvo que someter a dicho test, junto con su hija adolescente. El hijo pequeño no, por ser menor de doce años. El drama empezó cuando la prueba de la señora dio positiva.

La hija en cambio resultó negativa. A partir de ese momento la familia quedaba inmovilizada en espera de ser trasladados a un hotel covid donde pasar la cuarentena, pero acabó siendo un auténtica odisea burocrático-administrativa.

En primer lugar, no hay en la zona de llegadas internacionales del aeropuerto de Palma ningún lugar habilitado para ello. Se tuvo que improvisar en un extremo del área de recogida de equipajes un pequeño habitáculo para que la familia pudiera esperar su traslado con un mínimo de comodidades. La buena voluntad del personal del control sanitario contribuyó suministrándoles agua y bebidas calientes y recogiendo sus maletas.

Empezó entonces un despropósito burocrático en el que no se sabía si se tenía que hacer cargo de organizar el traslado Sanidad Exterior (gobierno central) o la Conselleria de Salut (gobierno autonómico). Eran las ocho de la tarde y la espera de la desdichada familia se prolongó durante algunas horas, con el agravante de que el niño tenía algunas características conductuales especiales y el marido y padre esperaba (se desesperaba) en el exterior del edificio de la terminal.
No es la primera vez que pasa, ya ha habido antes quien, en una situación idéntica de positividad de la prueba de antígeno, ha tenido que esperar varias horas hasta ser trasladado. No se entiende que nuestras autoridades, centrales y autonómicas, no establezcan un protocolo adecuado para tratar estos casos, ni que Aena no habilite una zona que permita esperar con comodidad y privacidad.

Algo no acaba de funcionar en nuestros gobernantes cuando no son capaces de solucionar algo tan relativamente sencillo y no agravar la angustia que una situación de este tipo provoca en unas personas que vienen a nuestras islas a pasar unos días de felices de asueto que se acaban convirtiendo en una pesadilla, sobre todo si hay niños de por medio.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias