No me puedo creer que quien dejó la autonomía sin dinero para pagar los medicamentos, los transportes de los niños a las escuelas, el viaje de los enfermos a los hospitales, quien recortó los sueldos de los funcionarios, quien ha dejado sin pagar los conciertos de las escuelas, quien no fue capaz de aportar el escasísimo dinero que recibe la enseñanza pública para gastos varios, quien prácticamente arrasó la Hacienda pública y la ha arruinado, tenga la osadía de salir a criticar a nadie a sólo quince días de haber formado gobierno. No se puede entender que quien perdió las terceras elecciones consecutivas, Francina Armengol, pueda atreverse a criticar al actual gobierno, sólo tres semanas de que este tomara posesión. Realmente, la política balear ha llegado a niveles en los que todo vale, incluso el mayor de los descaros.
