Mallorca se ha quedado provisionalmente sin turistas a causa de la pandemia. ¿Cómo los recuperaremos?
Ahora que conocemos los detalles concretos del plan de desescalada que ha aprobado el Gobierno central, podemos empezar a trazar un horizonte de la actividad turística de cara a este verano. En mi opinión, no hay que renunciar a la temporada. Otra cuestión es que será una temporada diferente a las que conocemos, más corta y basada, primordialmente, en el turismo local y nacional.
¿Qué mensajes hay que trasladar a los países emisores para captar de nuevo su confianza?
La idea en la que hemos de centrarnos es que Mallorca sigue estando aquí. Es la misma de siempre, con sus playas, sus paisajes, toda su belleza… Eso no ha cambiado. Por tanto, ¿en qué elemento hemos de insistir a partir de ahora? En la promoción de Mallorca como destino turístico seguro. Esa es la clave. Y contamos con muchos factores a nuestro favor para dotar de credibilidad a este mensaje, sobre todo porque el sistema sanitario balear ha sabido responder con eficacia y rigor a la emergencia sanitaria. Esto es muy importante, pero, además, hay que reforzarlo con otras medidas imprescindibles, como la intensificación de controles en puertos y aeropuertos.
Será una temporada diferente, basada en el turismo local y nacional, pero no hay que renunciar a ella
Desde el punto de vista de la oferta turística, ¿habrá que adaptar el modelo que existía antes de que surgiera el Covid-19?
Las circunstancias aconsejan redefinir Mallorca como producto vacacional. Por ejemplo, a consecuencia del nuevo contexto de relaciones sociales derivado de la crisis sanitaria, es posible que muchos turistas prefieran ahora viajar solos, o, si acaso, en pareja. Pues bien, nuestra oferta ha de adaptarse a esta realidad. Por otra parte, nos encontramos ante una oportunidad extraordinaria para potenciar el valor de la sostenibilidad como pieza neurálgica de la industria turística. Esto supone apostar no solo por el modelo de sol y playa, al que, desde luego, no hemos de renunciar, sino introducir otras ofertas que también pueden llegar a ser muy competitivas: el turismo cultural, el de congresos, el deportivo, el gastronómico, la Serra de Tramuntana como patrimonio natural y paisajístico de la humanidad… Toda esta redefinición a la que estoy haciendo referencia permitiría prolongar la temporada, y no centrar la actividad casi exclusivamente en el verano. Desde el Consell estamos al lado de nuestras empresas turísticas, y del sector en general, para ayudarles a emprender con éxito este camino de adaptación a un nuevo escenario que exige respuestas alternativas y diferentes.
Hay que promocionar a Mallorca como destino seguro, y redefenir el producto vacacional para adaptarse al nuevo escenario
La paralización del turismo está afectando a otros ámbitos productivos, y en especial a los productores locales. ¿Qué estrategias de dinamización de este sector ha diseñado el Consell?
Nuestra idea básica, y ya lo era antes de la crisis, es promover el consumo de la oferta autóctona. Esta es la pretensión que hay tras el proyecto de creación de la marca ‘Producte de Mallorca’, destinada a agrupar a todo el tejido empresarial local, desde la artesanía hasta la industria agroalimentaria y, por supuesto, la agricultura y la ganadería. Estamos elaborando campañas muy potentes orientadas a la promoción de todos estos productos, por supuesto en las grandes superficies y centros comerciales, pero también en las pequeñas tiendas y sin olvidar al consumidor final. Ahora es más importante que nunca apostar por nuestra industria, y, desde luego, por nuestro campo, porque si algo ha puesto de manifiesto esta emergencia sanitaria es la importancia del sector primario. No podemos permitir que la agricultura retome la situación de declive que le afectaba antes de la crisis. Muy al contrario, ha de ser contemplada como una oportunidad muy valiosa de ocupación laboral y de crecimiento económico, sin olvidar su contribución a la sostenibilidad del patrimonio natural. Eso sí, para que este objetivo sea factible resulta primordial que un comprador local pueda adquirir todos los productos de nuestra tierra. Le pondré un ejemplo: las patatas de sa Pobla se exportan en gran cantidad, como todo el mundo sabe, al mercado británico, y eso es fantástico, pero, en cambio, luego no es tan fácil adquirirlas en las pequeñas tiendas del municipio.
"Ahora es más importante que nunca apostar por el producto local y por el campo. No hemos de permitir que vuelva a estar en declive"
Todos los aspectos que está detallando forman parte, imaginamos, del plan de reconstrucción económica de Mallorca diseñado desde el gobierno insular…
Sí, pero siempre de la mano de los interlocutores sociales, los ámbitos productivos, los agentes sectoriales, las entidades asociativas y, como no podría ser de otra manera, el Govern y las otras instituciones. Es a partir de las aportaciones colectivas que lograremos superar esta situación. El plan constituye una hoja de ruta que marca objetivos y prioridades, y que prevé actuaciones muy concretas, como, por ejemplo, la necesidad de revisar las convocatorias de ayudas y subvenciones destinadas a la promoción y la dinamización del producto local. Todas estas partidas serán ampliadas para que se adapten a un escenario con unas necesidades más acuciantes que las que existían cuando se desencadenó la crisis.
La pandemia ha hecho mella, especialmente, en la población más vulnerable. Precisamente, los servicios sociales constituyen uno de los ejes sobre los que pivota la política del Consell de Mallorca. ¿En qué medida se reforzarán estos recursos?
En primer lugar, hemos de referirnos a la renta mínima de inserción, que es una ayuda del Consell cuyo volumen de demanda se ha disparado a raíz de los últimos acontecimientos. Queremos ampliar la partida para, de esta manera, tener la posibilidad de llegar a más familias. Igualmente, pondremos más recursos a disposición de los ayuntamientos porque, sin duda, las corporaciones locales son las primeras que han de afrontar las peticiones de auxilio de sus conciudadanos. A su vez, haremos cuanto esté en nuestra mano para mejorar el servicio a domicilio orientado a la gente mayor desde la constatación de que permanecer en la vivienda propia, siempre que ello sea posible, es la mejor opción para este colectivo. No quiero olvidarme tampoco de las personas que ni siquiera disponen de un techo propio. Durante la crisis se han habilitado recintos destinados a su uso. Queremos dar continuidad a esta tarea. Estamos trabajando en todas estas líneas para que nadie se quede atrás. En las modificaciones presupuestarias que estamos efectuando está quedando patente la apuesta por la atención a los más vulnerables.
"Ampliaremos la partida de la renta mínima de insercion para tener la oportunidad de ayudar a más familias vulnerables"
El IMAS tiene a su cargo la gestión de residencias geriátricas. ¿Qué balance hace de la repercusión del Covid-19 en los centros de los que el Consell es titular?
Desde el inicio de la crisis, nos ha preocupado mucho el tema de las residencias. Resultaba fundamental que el virus no entrase en estos espacios, dada la especial vulnerabilidad de las personas mayores. Por otra parte, las noticias que llegaban desde otras comunidades autónomas nos inquietaban. La respuesta por nuestra parte ha sido crear un grupo de coordinación con representantes del IMAS y de la Conselleria de Salut, cuyos integrantes han desarrollado una labor extraordinaria, con reuniones diarias y el diseño de protocolos muy estrictos para la detección de posibles casos de coronavirus en residencias. De esta manera, cuando se ha sospechado la existencia de un supuesto caso, el usuario ha quedado aislado y se le ha trasladado a un hospital con el objetivo de erradicar el foco expansivo. También a los profesionales y usuarios que habían estado en contacto con esa persona se les han aplicado medidas de aislamiento. A resultas de todo ello, las cifras, después de haber efectuado el test PCR a usuarios y trabajadores, demuestran una baja incidencia del Covid-19 en las residencias del IMAS, concretamente del 1,5 por ciento en ambos casos. Así, 14 de los 906 análisis efectuados a residentes han arrojado un resultado positivo, y de estas personas un total de 8 ya están curadas. En cuanto a los profesionales, los 1.171 PCR que se han llevado a cabo han permitido diagnosticar 17 contagios. Seis de estos casos ya cuentan con el alta médica.
Como presidenta del Consell de Mallorca, ¿le ha supuesto algún tipo de decepción que la isla no haya sido incluida desde el inicio en la fase I del plan de desescalada, contrariamente a otros territorios insulares, como Formentera o una parte del archipiélago canario?
En una reunión que mantuvimos hace escasos días, la presidenta del Govern nos explicó que el plan de desescalada que ha aprobado la Administración central se decide a partir de unos determinados indicadores. En Baleares, las islas menores ya los cumplen, y por eso Formentera ha visto agilizada la relajación de las limitaciones a la movilidad, y, desde el Consolat de Mar, la presidenta ha solicitado al Gobierno que aplique esta misma medida a Menorca e Ibiza. En el caso de Mallorca, la evolución de la pandemia es satisfactoria, pero se trata de un territorio más grande, con más población, y, por tanto, es lógico que la incidencia del coronavirus sea mayor. Entiendo que hemos de respetar el criterio que marca el Estado, y prepararnos para el próximo 11 de mayo, que será cuando Mallorca pueda acceder a la fase I y será factible la apertura de comercios y servicios que durante esta primera semana seguirán cerrados. Hemos de ser prudentes, porque cualquier paso atrás generaría un efecto muy contraproducente con vistas al objetivo de llegar al verano y tener la posibilidad de aprovechar, aunque sea mínimamente, la temporada turística.
"Gracias al trabajo de control y prevención, la incidencia del virus en las residencias del IMAS ha sido baja"
El Consell se mantiene permanentemente en contacto con las corporaciones locales. ¿Qué mensajes e inquietudes le han trasladado los alcaldes y alcaldesas?
Inicialmente, su preocupación más importante estribaba en saber cómo llevar adelante la aplicación del estado de alarma, dada la profusa y exhaustiva normativa existente. Les hemos ayudado a interpretarla y a resolver sus dudas. Por otra parte, en cuestiones sociales, los ayuntamientos son las primeras instituciones que han de responder a las necesidades más acuciantes de los vecinos, y, por este motivo, hemos destinado una partida de 2,8 millones de euros para reforzar los servicios sociales municipales. Ahora mismo, otra de las prioridades es sacar adelante un plan que sea útil para reactivar la producción y el comercio en todas las localidades de Mallorca. Estamos trabajando intensamente con la FELIB para que las pequeñas empresas y los autónomos de los municipios se beneficien de nuestras iniciativas. Además de todo ello, el Consell cuenta con otros resortes que pueden ser efectivos para relanzar la economía de nuestros pueblos, como el plan de obras y servicios y las ayudas para la inversión pública. La mejor estrategia consiste en diseñar un plan global entre todas las instituciones, con la participación de la FELIB, para ir de la mano todos juntos.
La crisis también está afectando gravemente al sector cultural. Sin ir más lejos, el Teatre Principal ha debido interrumpir la temporada. ¿Qué alternativas prevén con vistas al futuro?
En el caso del Principal, la pretensión es recuperar, al menos, una parte de la temporada que ha debido suspenderse o aplazarse a causa de la pandemia, y alzar el telón, de nuevo, a finales del mes de agosto. Como es lógico, se tratará de una temporada más reducida. Al mismo tiempo, una parte del presupuesto de la Fundación se ha reorientado a la producción propia en red en colaboración con los teatros municipales. Hace unos pocos días, tras hacerse público el plan de desescalada, supimos que los teatros, al igual que otros emplazamientos culturales, podrán reanudar su actividad a partir de finales de mayo, aunque con importantes restricciones de aforo. Esta nueva situación nos obliga a plantearnos la conveniencia de empezar a acoger representaciones en el Principal con un tercio de la capacidad del teatro, y, en este sentido, reflexionar acerca de qué propuestas escénicas serían las más adecuadas. Todo ello habrá que analizarlo y evaluarlo con el sector y estar también atentos a qué decisiones adoptan otros teatros.
¿Qué le ha planteado el ámbito de la cultura para sobrevivir al dramático escenario actual?
Es verdad que se trata de un sector que está padeciendo con mucha severidad los efectos de esta crisis, y desde el Consell vamos a ayudarle en todo cuanto podamos. Los representantes culturales nos han solicitado la puesta en marcha de dos planes: uno para ser aplicado durante la vigencia del estado de alarma, y otro para cuando podamos recuperar una cierta normalidad. El temor que este colectivo siente es que la demanda de productos culturales no se recupere al nivel que sería necesario, y por esta razón trabajaremos en el diseño de iniciativas que puedan ser capaces de propiciar una reactivación plausible del sector. Una fórmula útil será prolongar los convenios y acuerdos con los ayuntamientos para que sigan ofreciendo actividades en los auditorios municipales. Entretanto, la respuesta del Consell ha consistido en destinar, en coordinación con el Govern, una partida de 500.000 euros para favorecer la liquidez de estas entidades, y plantear otras líneas de crédito en condiciones muy favorables.
El sector de la cultura está siendo muy castigado por la crisis, y desde el Consell vamos a ayudarle en todo cuanto podamos
Aterricemos, si le parece, al plano más político. Como presidenta del Consell, y ante la dramática situación que nos afecta, ¿se está sintiendo apoyada por la totalidad de fuerzas con representación en la institución?
Desde el gobierno insular no hemos escatimado esfuerzos para trasladar información a los grupos de la oposición y mantener el contacto. Ha habido dos plenos extraordinarios, he comparecido personalmente para explicar las actuaciones del Consell relacionadas con la crisis del Covid-19, y, a partir de la pasada semana, hemos recuperado los encuentros presenciales con los diversos portavoces. A todos ellos, les he tendido la mano para que participen en el trabajo que tenemos por delante para reconstruir Mallorca, tanto desde el punto de vista social como económico. Y he de reconocer que, hasta el momento, he sentido el apoyo de los grupos, y confío en que de cara al futuro continúe siendo así. Está claro que la crisis ha cambiado la economía y las relaciones sociales, y también ha de cambiar la política. Entre todos, hemos de aspirar a mayores de dosis de consenso y acuerdo, porque así nos lo reclaman los ciudadanos. La población no quiere broncas entre políticos. Demanda soluciones, y que las encontremos todos juntos.
He tendido la mano a todos los grupos para puedan contribuir en el proyecto de la reconstrucción social y económica de Mallorca
¿Qué mensaje final le gustaría hacer llegar a los ciudadanos de Mallorca en esta coyuntura tan incierta que, afortunadamente, está empezando a mostrar un atisbo de luz al final del túnel’
Mi mensaje es de profundo agradecimiento para todos ellos y ellas por el alto sentido de responsabilidad que han demostrado en todo momento, cumpliendo las restricciones y quedándose en casa. Este comportamiento cívico y solidario ha sido fundamental para que empecemos a superar esta crisis. Ahora, en esta nueva etapa de desescalada, hay que insistir en este mismo camino de responsabilidad y sentido común. Si persistimos en esta senda, lograremos el objetivo. La gente de Mallorca ha sabido estar a la altura en unas circunstancias muy complicadas, y estoy convencida de que en estas próximas semanas seguirá siendo así.