Un equipo como el Mallorca, que en segunda división siempre está obligado a pelear por los primeros puestos de la clasificación, no puede decirse que tenga que viajar esta semana con lo puesto.No quiere decir que no pueda echar de menos a Costas y Oriol, la mitad de la línea más retrasada, lo mismo que a Pereira y Timon, pero aún así y nombre a nombre posee una plantilla mejor, no más equilibrada, que su anfitrión.
Va a tener otro enemigo, al que esta poco avezado: el frío, lo que obliga a Fernando Vázquez a tirar de futbolistas fajadores en tanto en cuanto el Huesca es un rival de choque, de fuerza, de correr y no parar. No vayamos tampoco a exagerar la dificultad del lance pero es cierto que, más allá de grandes virtudes técnicas, los equipos de Anquela se caracterizan por su espíritu y entrega.
Ambos contendientes se mueven sobre el filo de un alambre. Un empate no arregla nada, aunque beneficia mayormente a los aragoneses que mantendrían el golaverage a su favor, y quién sabe lo que puede ocurrir de aquí al final del campeonato. Me parece menos importante que en los dos partidos ya disputados, liga y Copa del Rey, se hayan impuesto los propietarios de El Alcoraz.
Igual que Julio Alvarez es el hombre clave del Numancia y Emana asume su rol en el Nastic, los dos contrincantes precedentes, los galones oscenses lucen en la manga de Fran Mérida, quien ha asumido el mando desde el cese de Tevenet, el técnico que ascendió a segunda A y comenzó la temporada. No obstante conviene no descuidar el empuje de Machis, en una de las bandas y Tyrone, en la otra. Y en la portería, ya lo saben, el exmallorquinista y apreciado Leo Franco que impone experiencia y no está para hacer concesiones ni aunque sea por el centenario.
Los duelos entre equipos en apuros a partir de finales de febrero se agudizan, pues ambos necesitan los tres puntos imperiosa y urgentemente. Y en el caso de los bermellones, no sería bueno celebrar efemérides en medio de la depresión.
