¿En qué se parecen el consejero delegado del Mallorca y el director general de IB3?. En que mientras el primer decía que si solo piensas en ganar tienes un problema y el segundo que las audiencias no le importaban en absoluto, es decir que ambos renunciaron al objeto de sus respectivas actividades porque sin victorias no sumas puntos y sin espectadores no hace falta que emitas programas. La ex consellera del ramo, aunque confieso no saber cuál es el ramo, le tiró un capotazo a su ejecutivo al afirmar poco después que lo que le interesaba no era hacer un buen producto televisivo, sino educar a los televidentes. ¿A cuáles? si no los hay, me pregunto.
Con el descenso del primer club de las islas, que no se enfaden los del Atlético Baleares y, en menor grado, los ascensos del Formentera y la Penya Deportiva, al Ente le tocó la lotería. No se enteraron hasta que Molango se puso hueso con los derechos de transmisión y aunque técnica e informativamente, dejan mucho que desear –nunca creí que lo harían peor que los de la Liga 123- se toparon con un escenario idóneo para encadilar a los seguidores de los cuatro equipos hasta que le rebaja aceptada por el suizo que le igualaba al resto escondía una trampa: la web del club también iba a ofrecer lo mismo mediante la fórmula de pago por visión.
Lo que mal empieza, mal acaba y si la combinación de las conexiones entre Son Moix y el campo del Aragón era un despropósito permanente, sin pases de locución, en cualquier momento del juego ni previo aviso, mediante cortes por las bravas, parece que la señal suministrada a Internet aún era peor. El CEO, indignado, desenfundó la pistola y Manresa replicó con un comunicado digno de la época en que cuando llegaban las cámaras debían retirarse los demás. Pero, como en cientra ocasión afirmó Cesar Rodriguez, la sangre no llegó al río porque en Palma no hay ni río ni sangre. A las pocas horas Maheta suavizaba su cante y los rectores de IB3, sus humos. Ambos saben que el destino ha puesto a uno en manos del otro y a ninguno le conviene romper la baraja.
