Esta semana, los amantes del ciclismo y del deporte en general en Mallorca pueden disfrutar con la presencia de los mejores corredores del mundo en la Challenge Ciclista Mallorca. Este evento deportivo, cuya primera edición se celebró en 1992, se ha consolidado como una cita del calendario internacional de la UCI y año tras año atrae hasta la isla a los superatletas de la bicicleta, que eligen la isla para empezar a rodar por el clima benigno que suelen encontrar, aunque este año toque más frío, y por la calidad de una prueba que les ofrece todas las ventajas y comodidades para iniciar la temporada.
Un evento de estas características es mucho más que un simple evento deportivo. Es un magnífico evento promocional de Mallorca y como tal debería entenderse, protegerse y perdurar. Un evento que expande el nombre de Mallorca por todo el mundo y lo asocia a un destino de turismo activo, como complemento al sol y playa. El ciclismo y el cicloturismo es una gran oportunidad de alargar la temporada que supieron interpretar algunos hoteleros hace muchos años y a la que se han unido otros en los últimos años, adaptando las instalaciones de sus establecimientos a las necesidades de este tipo de visitantes y ofreciendo todo tipo de servicios personalizados, como la alimentación, bajo el sello cyclingfriendly.
Así lo han entendido también las instituciones, que mantienen una apuesta firme por este tipo de eventos y un importante apoyo económico, como escaparate de promoción internacional. Porque el retorno mediático de un evento de estas características supera con creces la cantidad aportada como patrocinio institucional y la visibilidad de Mallorca en los medios de comunicación y en las redes sociales que ofrece la Challenge sería imposible de costear.
En la presente edición, la presencia en directo de televisión, con más de siete horas de retransmisión en Eurosport y Teledeporte, la repercusión se verá multiplicada exponencialmente, en beneficio de la promoción turística que promueven las instituciones, la notoriedad de la prueba en sí y la visibilidad de los patrocinadores y colaboradores de la prueba, así como de los ayuntamientos anfitriones de las carreras.
Durante esta semana, la Challenge Ciclista Mallorca genera más de 2.500 estancias hoteleras entre corredores, personal de equipos, organización y representantes de medios de comunicación, que se desplazan hasta la isla para contar e informar de todo lo que acontece en la carrera. Algunos equipos permanecen más tiempo en la isla y anticipan su llegada para realizar una concentración de pretemporada, un segmento de negocio en el que, por ejemplo, la Comunidad Valenciana le ha ganado la partida a Mallorca.
Mirándose en el espejo de la Challenge, es una lástima que no haya más eventos de esta dimensión en nuestra comunidad. Es cierto que, desde hace un par de años, Santa Ponça acoge un torneo de tenis del circuito ATP con presencia de grandes jugadores y jugadoras; también está la UCI Track Champions League, de ciclismo en pista, un evento retransmitido también por Eurosport, y en el que Mallorca se codea con ciudades como Londres, París o Berlín; el Open de Mallorca de golf, prueba del circuito europeo, o un evento clásico como la Copa del Rey de Vela.
Aún con todo, siguen siendo pocos los acontecimientos deportivos de proyección nacional e internacional que acogen nuestras islas, si vemos el potencial enorme que tiene nuestra comunidad. Por sus posibilidades, Baleares es un escenario fantástico para la práctica del deporte y para la celebración de grandes eventos deportivos, que debería aprovecharse más por todos: promotores, instituciones, patrocinadores y organizadores. La competencia es grande con otros destinos, pero merece la pena hacer de nuestras islas un referente internacional en la celebración de grandes espectáculos y eventos deportivos. Y así, de paso, se amplía también la oferta de ocio para los residentes, que es más bien escasa.
