El problema de las penas máximas ha desaparecido en el Mallorca. La llegada de Tomer Hemed ha servido para eliminar de un plumazo la zozobra que suponía para los jugadores y la parroquia bermellona el lanzamiento desde los 11 metros. Hemed, que esta temporada ha marcado los 3 goles desde el punto fatídico, ha asegurado en rueda de prensa que el año pasado no era el encargado de lanzarlos en su equipo, pero que le encanta asumir retos y acaparar responsabilidades y que por eso se ofreció para ser el encargado de lanzarlos. “El año pasado no chuté penaltis pero lo había hecho antes. Cuando vine los jugadores me dijeron que había algunos problemas con eso, cogí esa responsabilidad sin problema”, ha reconocido el ariete israelí. La mecánica de tiro del delantero no reviste ninguna complejidad, de hecho no hay nada programado de antemano, en función del momento decide lanzarlo a uno u otro lado: “El lanzamiento es como te sientes en el momento. En el último me sentía con fuerza para tirarlo hacia la izquierda pero cada partido puede ser diferente, elijo el chut en cada momento”. Sobre su adaptación a la isla y a la liga española, Hemed ha reconocido que: “Cuando vine a España ya sabía que es la mejor liga del mundo. Sabía que tendría que trabajar porque no es fácil, nunca había salido de la liga de Israel. Fue difícil adaptarme a los entrenamientos pero ahora tres meses después me siento mejor y cada partido puedo mejorar. Empiezo a entender la liga y como se juega aquí y estoy seguro de que puedo ser mejor con el tiempo”. De su nuevo técnico ha resaltado su capacidad de trabajo y la “exigencia” que pide en los entrenamientos para que la plantilla “lo de todo” en cada minuto.
