Tan sólo 2 jornadas de Liga ha necesitado Michael Laudrup para constatar dos realidades que ya intuía desde el inicio de la pretemporada. La primera es que al equipo le falta puntería, 180 minutos disputados para un gol de rebote y de Jonathan de Guzmán que además viste ahora la casaca del máximo enemigo. La segunda es que este año se va a sufrir y mucho para salvar la categoría. Dos realidades que no gustan a nadie, pero que todo el mundo tiene cada día más presente. El nerviosismo que vivió el Mallorca la temporada pasada parece que ha decidido quedarse por un tiempo en el Iberostar Estadi. Las tensiones entre el club y el entrenador, en el capítulo de fichajes, ha creado dos corrientes de opinión entre los aficionados: Los que están a favor de la política de austeridad de Serra Ferrer y los que, por el contrario, consideran que la necesidad de reforzar el equipo es obligatoria si este año no se quiere descender. Dentro de este clima de crispación y para abrir otra corriente de opinión entre el mallorquinismo, El Nanu Soler, entrenador del filial, ha reconocido a la página web del club que los jugadores del Mallorca B están ahora más cerca que nunca “del primer equipo”. Mientras el técnico danés, juez y parte en toda esta historia, ya medita como hacer frente este próximo fin de semana al mega proyecto, rebosante de euros y de ambición, del Málaga del jeque Abdullah Bin-Nasser Al-Thani.-Nasser Al-Thani.
