Whizard Mallorca Group SL., administrada por Llorenç Serra Ferrer, se ha hecho con el 9% de las acciones del Mallorca que aún tenía Mateu Alemany por lo que refuerza su poder dentro del club. La compra se ha hecho efectiva pasadas las 10.30 horas en el despacho que el notario Álvaro Delgado tiene en pleno centro de Palma. A la salida de la notaría Serra Ferrer ha querido dar las gracias a Alemany “por este tiempo de espera. Él lo ha entendido y tenía su palabra de que podía usar todo el tiempo que necesitara para cerrar esta situación”, aseguraba. Por otro lado, el secretario del consejo y abogado del club, Miguel Coca, ha adquirido el 2’460% de las acciones que tenía el expresidente Josep Pons, quien tuvo que dimitir de su cargo tras ser acusado de presunto acoso sexual a una empleada de la embajada española en Viena. Con esta operación, Serra Ferrer controla casi la mitad de las acciones del Mallorca mientras que el resto se lo reparten el presidente Jaume Cladera, Pedro Terrasa, Utz Claasen, Rafa Nadal, Miguel Ángel Nadal, Biel Cerdà y otros accionistas minoritarios. Tras firmar la compra de acciones Serra Ferrer ha hecho balance de su gestión cuando faltan unas semanas para que se un año de la llegada del nuevo accionariado al club. El de Sa Pobla no ha dudado en asegurar que la situación es mucho mejor que hace doce meses. “El problema es la situación que heredamos, ha sido la gran carga que hemos tenido. Entramos con un mes para empezar a hacer la plantilla con nuevo entrenador, cuerpo técnico y jugadores. Teníamos que equilibrar el presupuesto porque era una cuestión de bajar de los 50 millones y adaptarnos a los 30 que nos exigían. 20 millones menos no era algo sencillo. Tienes que trabajar mucho para cuadrarlo. Estoy contento aunque me sabe mal porque al final sufrimos en la parcela deportiva. El resto ha sido muy responsable y riguroso. Para la temporada que viene estamos mejor. Poco a poco el Mallorca tendrá otra cara, se levanta de una forma a muy digna”, reconocía. Con mucho trabajo por hacer, Serra Ferrer hace un balance positivo de esta temporada en el plano económico. “Cuando empezamos sabíamos que serían tiempos difíciles. Nos mueve el interés y la ilusión de intentar ayudar al Mallorca, hacerlo viable y poner la experiencia para que recupere la estabilidad. Cuando empezamos, había una deuda de 70 millones. Es difícil arrastrar el club con esta situación pero estamos con ilusión y ganas. Poco a poco nos levantamos de esta situación y lo haremos mejor. Estamos en Primera, sufrimos al final pero también disfrutamos al principio; terminaremos con una situación de estabilidad buena. El 30 de junio los profesionales cobrarán el 100% de su sueldo reflejado en el contrato. Son cosas que dan fuerza y motivos para creer en el proyecto. Hay que estructurar más el club, es nuestro compromiso pero para empezar esta política de responsabilidad y austeridad; no queda otro remedio”, comentaba según informa la página web del club. DIRECTOR GENERAL Serra ha vuelto a insistir en que la necesidad de fichar a un director general aunque no es una prioridad para el día de hoy. “No tiene por qué ser tan inmediato. Sabemos que lo necesitamos y más que nadie sé que este reto que lo empecé fue junto a Pere Terrassa. Él por ser director general de IB3 dijo que quería quedarse ahí y se le guardó el sitio. Si quiere volver, será él. Si no quiere, se buscará a otro”. En cuanto al capítulo de fichajes, el vicepresidente del club ha dicho que sigue trabajando para que lleguen refuerzos. “Estamos metidos al máximo en lo que consensuamos con entrenador y cuerpo técnico para hacer una plantilla equilibrada y mejor si cabe. Con esta idea hacemos lo que podemos en el día a día. No es fácil ni sencillo porque no es solo la voluntad nuestra sino también del jugador y club al que pertenece. Hay veces que dos partes están arregladas y una no; estamos cerca de muchas cosas pero no hemos cerrado nada”, decía.





