Las investigaciones se iniciaron en abril tras la denuncia de una persona explicando lo que ocurría.
Se inició así una investigación en la que los agentes comprobaron que los dos sospechosos se promocionaban asegurando que podían traer a compatriotas suyos a España y conseguirles trabajo, domicilio y papeles para su residencia legal.
Ambos se encargaban de remitir la “bolsa de viaje” (trámites para la reserva de billetes de viaje, hotel, seguro médico y dinero que debían abonar) a Perú y daban indicaciones de como debían cruzar la frontera española sin llegar a ser detectados.
A su llegada al aeropuerto de Palma, la pareja recogía a sus compatriotas, los llevaban a su casa y allí les hacían firmar un reconocimiento de deuda “por los servicios prestados” de entre 3.000 y 3.800 euros y quedándose con el pasaporte como garantía de pago.
SIN CONTRATO, CONDICIONES PÉSIMAS DE VIDA Y AUMENTO DE LA DEUDA
Al poco tiempo de llegar a Mallorca, las víctimas comprobaban la falsedad de lo prometido: no había contrato de trabajo, las condiciones de habitabilidad eran pésimas y la organización les aumentaba la deuda al tener que pagar diferentes conceptos como vivienda, empadronamiento y otros trámites.
Además, en caso de no abonar la cantidad adeudada, les amenazaban con presentarse donde trabajaban o llamar a sus familiares en su país de origen para decirles que se dedicaban aquí a la prostitución habiéndose cumplido dichas amenazas en varias ocasiones.
Tras las investigaciones realizadas, se ha podido comprobar que al menos han traído a la isla a siete personas, si bien se continúan las gestiones para localizar a la totalidad de las mismas.