El ejemplar de atún rojo que lleva ya más de un mes nadando en las aguas del puerto de Ciutadella da muestras de un comportamiento inusitado entre los de su especie. Según Xisco Alemany, investigador del Centro Oceanográfico de Baleares, existen varias posibles explicaciones ante este caso. Por una parte, es sabido que los atunes rojos se dirigen en invierno al Mar Mediterráneo como parte de su movimiento migratorio con el objetivo de desovar. "Sabemos que algunos individuos muestran un comportamiento más costero durante esta fase, pero lo normal es que una vez superada abandonen el Mediterráneo siguiendo las grandes corrientes; que uno de estos animales se quede durante tanto tiempo en las aguas interiores de un puerto, en esta época del año, no es normal", afirma Alemany.
Alemany explica que la docilidad que muestra el atún de Ciutadella, alimentándose de la comida que le lanzan los transeúntes, podría ser un comportamiento inducido por la presencia de granjas de peces de esta especie en el Mediterráneo; "hemos comprobado que los atunes se sienten atraídos por estas explotaciones porque saben que allí pueden conseguir comida con facilidad; eso podría explicar este caso, si el animal hubiera encontrado una manera de encontrar comida fácil en el puerto".
A esta hipótesis hay que añadirle el impresionante aumento de población que ha experimentado la especie a causa del endurecimiento de las restricciones en cuanto a su pesca. "Este aumento ha hecho que algunos pescadores hayan podido cubrir su tasa de capturas de un año en cuestión de horas", asegura Alemany.
De momento, el nuevo inquilino del puerto sigue siendo protagonista de vídeos como el que se adjunta a esta noticia, filmado por Addelaisy Rodríguez desde la terraza del Club Náutico de Ciutadella, en los que se observa el curioso comportamiento del animal.
