Algún diario comenta hoy que en el Parlament el PP tendrá mayor cuota de participación en el turno de preguntas al Govern, algo que indigna a Armengol y Barceló porque entienden que las cuestiones que se formulen serán un peloteo al gabinete de Bauzá. Realmente es bastante patético que un diputado del grupo mayoritario haga preguntas a su propio gobierno, que es cualquier cosa menos control al que gobierna. Armengol y Barceló creen que serán preguntas de "peloteo y elogio" al Govern y tienen toda la razón del mundo en enfadarse. Ahora bien, no hace mucho -apenas unos meses- los diputados socialistas y los del Bloc formulaban preguntas a sus propios consellers, que es lo que el PP pretende hacer esta legislatura. El PP era el único grupo de la oposición y participaba menos en la sesión de control que los otros dos grupos parlamentarios. Las preguntas de control deberían formularlas los diputados de la oposición y no los que apoyan al gobierno de turno, que convierten las sesiones parlamentarias en un auténtico insulto a la inteligencia. Mientras estas cosas no se solucionen, hablar de democracia resulta poco creíble.
