Ayer les hablaba de la Obra Cultural Balear (OCB) y de cómo ha convertido la defensa del catalán en un auténtico negocio, hoy la cosa va a más, porque ahora resulta, tal y como publica El Mundo, que varios dinamizadores de catalán del Ayuntamiento de Palma, contratados por el servicio de Dinamización Lingüística, controlado por el PSM, han concurrido a las elecciones del 22-M por este partido, un tema que “huele” bastante mal.
Mientras tanto, se destapan las cuentas de la OCB y resulta que han recibido 4,9 millones de euros durante los últimos cuatro años, procedentes en su mayor parte de la Generalitat, el Govern balear, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.
No quiero hacer demagogia fácil, pero me resulta muy difícil digerir que durante 2010 se hayan llevado 2 millones de euros y este año 250.000, todo ellos a cuenta de las arcas públicas, mientras se permite que haya personas que malviven con 600 euros al mes e, incluso, menos; que carezcan de lo más básico; que tengan que acudir a comedores sociales o hacer uso de las ayudas de entidades como Cáritas.
¿Cómo no va a advertir la Obra Cultural Balear al presidente del Govern de que no permitirá ningún retroceso y si así lo considera movilizará a la sociedad civil? Claro que sí, en ello les va seguir viviendo del cuento de la lengua.
