Aina Castillo ha sido suspendida provisionalmente de militancia del PP por haber declarado que Matas la obligó a amañar el concurso de Son Espases. En la rueda de prensa informativa el presidente Miquel Vidal afirma que la corrupción es cosa de personas y no de partidos.
Para empezar, y aunque la reforma del Código Penal entrada en vigor el 1 de julio de este año las haya dotado de responsabilidad, está claro que las personas jurídicas por razones biológicas no pueden cometer ningún delito por sí mismas. Aún así, la historia judicial reciente y no tan reciente contradice las aseveraciones de Vidal.
Me explico. A pesar de que muchos políticos han aprovechado su cargo público para llevarse dinero a su bolsillo ilícitamente, en la financiación de los partidos políticos se encuentra la raíz de gran parte de la corrupción. Y el Partido Popular, sino el de Palau Reial sí el de Génova, parece ser muy consciente de ello al haber presentado y defendido el proyecto de Ley de reforma del Código Penal que incluye por primera vez el delito de financiación ilícita de los partidos políticos. Las aprobaciones de las reformas del Código Penal y de la Ley de Financiación de los partidos políticos distaron apenas dos días.
Los actos propios del Partido Popular contradicen al santanyiner Vidal, y también lo hacen los hechos presuntos y probados: Javier Rodrigo de Santos señala que la sede del PP en Palma situada al lado del Parlament se construyó con la ayuda de comisiones, el caso Filesa refería directamente a la financiación del PSOE, Miquel Nadal afirmó que el soborno que cobró por Can Domenge lo destinó a su campaña como candidato a la alcaldía de Palma… son algunos ejemplos.
Aún así, se pueden entender las palabras de Miquel Vidal en un sentido concreto. Vincular directamente un caso de corrupción a unas siglas supone caer en la injusticia de transmitir a la sociedad la percepción de que todos los miembros del partido son corruptos y con ello estigmatizar a muchas personas que ignoran en el momento lo que se está haciendo desde la cúpula.





