El Parlament ha aprobado el marco de las modalidades lingüísticas en la cadena pública IB3, que incluyen el "salat" entre otros aspectos de las particularidades del catalán de las Balears preservadas en el Estatut. Pero su aplicación queda en manos de un moderado, José Manuel Ruiz, director general de IB3. Es toda una garantía. Ruíz reune todos los atributos para que esta introducción de modalidades no sea un guirigay y rebaje la altura y categoría de sus informativos al nivel de charlas de cafetería.
Ruiz, perfecto catalanoparlante pero que tuvo en el castellano su lengua familiar cuando era niño, es un veterano y avezado político que se ha ganado el respeto por donde ha pasado. Y siempre leal al PP, desde la más absoluta coherencia. Ruiz ha sido dirigente nacional de Nuevas Generaciones, concejal y alto cargo del Ayuntamiento de Calvià y senador. No es un recién llegado. Se las sabe todas.
Está haciendo un gran esfuerzo para conseguir dotar de la máxima categoría posible al ente público que dirige con un presupuesto ajustado y adaptado a los tiempos de crisis. Ha demostrado su disciplina emitiendo películas dobladas al castellano y marcando distacias con la IB3 totalmente en catalán de los tiempos del Pacte. Pero a su vez ha mantenido unos informativos en catalán de alta escuela, sin baraterismos dialectales que acabarían por degradar el medio. Ruiz sabe nadar y guardar la ropa.
Tiene oficio de sobra para conseguirlo. Es por eso que cabe confiar en su capacidad, su tacto y su cultura para que ahora la aplicación del marco de las modalidades no rebaje IB3 al nivel de lenguaje degradado, particularista y huérfano de calado cultural y de fondo intelectual. Sabrá mantener el ente al servicio de todas las capas sociales con el objetivo de elevar su nivel, no de rebajarlo.
Lo que distingue a Ruiz como político es su habilidad para sortear y vencer los problemas. Jamás se creará uno nuevo si puede ignorarlo o desbordarlo por un flanco. Jamás se pondrá un obstáculo artificial ante sus ojos para poder subir más alto. Jamás pondrá la voluntad por encima del sentido común. La prueba son las tensiones que ha sabido resolver dentro de IB3. Por eso la resbaladiza cuestión del "salat" se encuentra en las mejores manos posibles. Ruíz es un moderado que cree en la fuerza de la cultura si la sabe situar por encima de partidismos coyunturales. Este es su principal activo.
