En mi casa fuma el que quiera

A ver: la idea que ha tenido un directivo de la restauración es que la gente entre en su casa, o en su club, o como le queramos llamar y, como todo el mundo sabe, en mi casa hago lo que quiero. Y allí uno se harta de fumar. Y de beber. Y ¿paga? No exactamente, sino que se reparte los costes de la festichola a escote. O sea, que paga pero no le llamaremos pagar sino repartirse los gastos. Ustedes verán: el montaje es posible porque la ley del tabaco, que está pensada contra los vascos (porque al parecer no importa que sufran con el humo de los demás), permite que las sociedades gastronómicas, muy frecuentes en el País Vasco, dejen fumar. Es decir que aquí montamos una sociedad y listo. ¿A ver si hecha la ley, hecha la trampa?

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias