Todos los medios de comunicación publican que el presidente de Baleares ha dicho que el año que viene habrá que pagar dos millones de euros diarios por las deudas que tenemos acumuladas. O sea que los ciudadanos de Baleares pagaremos impuestos para varias políticas, una de las cuales será devolver al sistema financiero los créditos que alocadamente hemos pedido. Encima, hay que recortar del gasto ordinario porque estamos endeudándonos para pagar las nóminas, con lo que ya nos podemos imaginar qué será del Presupuesto del año que viene, si es que llegan a hacerlo. Ustedes verán: daría lo mismo tener que estar hasta las cejas de deudas si con ese dinero hubiéramos logrado formar a nuestra juventud (pero no es el caso); si hubiéramos resuelto la baja competitividad de nuestra planta hotelera, desfasada (tampoco es el caso); si se hubiera gastado para resolver una catástrofe natural (que gracias a Dios no hemos sufrido) o si se hubiera creado una fuente de ingresos económicos alternativa a nuestro decrépito turismo. Pero no. Aquí hemos tirado el dinero para nada y ahora tenemos que estar varias décadas pagando las deudas. Y encima, nadie es responsable de este desastre.
