Dana Erlich: "Israel liberó rápidamente a una de las detenidas de la flotilla pese a haber agredido a un agente"
Autor: J. Fernández Ortega.
Su llegada a la embajada de Israel en Madrid se produce en el contexto de la guerra contra Hamás en Gaza, las críticas internacionales a la actuación militar de Israel y un creciente clima de movilizaciones propalestinas en España que, según la embajadora, son en realidad antiisraelíes. Entre ellas, destaca la flotilla Global Sumud, interceptada por Israel y en la que participaron activistas españolas —incluidas tres mallorquinas—, un hecho que ha motivado una investigación en la Audiencia Nacional por presuntas detenciones ilegales.
En esta entrevista con mallorcadiario.com, Erlich defiende con contundencia la legalidad de la actuación israelí, denuncia la utilización política del término “genocidio” y alerta sobre la influencia de organizaciones vinculadas a Hamás en campañas y movilizaciones en España. Sobre la flotilla, sostiene que no era un proyecto humanitario, sino “una operación propagandística vinculada a grupos con conexiones con Hamás”.
Autor: J. Fernández Ortega.
Al mismo tiempo, la embajadora critica que la relación con Israel se mezcle con opiniones del Gobierno español y diferencia entre crítica política legítima y antisemitismo. Su mensaje final se dirige a toda la sociedad española: “Escuchen a sus vecinos judíos. El antisemitismo no es un problema de una minoría: es una pandemia social”.
Se han abierto diligencias por la actuación de Israel contra la Global Sumud Flotilla, donde viajaban tres mallorquinas. ¿Cómo responde Israel?
Me sorprende que este asunto siga utilizándose. Los propios organizadores admitieron que no había ayuda humanitaria a bordo. La flotilla era una estrategia para obtener publicidad, “likes” y presencia en redes. También sabían quién la organizaba: grupos con conexiones con Hamás en Reino Unido y organizaciones como Samidoun, que en varios países sí está considerada terrorista.
¿El Estado disponía de esa información?
Sí. Y la hicimos pública.
¿Eso justificó la operación?
No fue el único motivo. Desde el principio advertimos que la flotilla pretendía romper un bloqueo marítimo declarado legal por la Corte Internacional. Había vías alternativas para enviar ayuda humanitaria y fueron rechazadas. La llegada se produjo justo cuando Israel alcanzó un acuerdo de alto el fuego; en lugar de apoyarlo, se centraron en seguir atacando a Israel.
Autor: J. Fernández Ortega.
¿La flotilla fue una pantomima?
Fue un espectáculo. No mejoró la vida de los palestinos. Lo que sí importa es discutir cómo garantizar que Gaza no esté controlada por Hamás, tal como recogen la resolución 2803 de la ONU y el plan internacional de 20 puntos.
“La flotilla fue un 'show' para redes”
¿Qué colaboración ofrecerá Israel a la justicia española?
El caso ya está cerrado. Insistir en él aleja el foco de los temas importantes: Gaza, Hamás y la paz. La denuncia es una prolongación de la provocación. En Israel se actuó conforme a la ley; incluso se liberó rápidamente a una de las detenidas pese a haber agredido a un agente.
¿Cómo están hoy las relaciones entre España e Israel?
No se pueden reducir a un liderazgo político concreto. Colaboramos con instituciones, universidades, empresas y regiones españolas. Igual que pido que no se identifique a todos los israelíes con su Gobierno, tampoco hay que identificar España con Pedro Sánchez. Lo preocupante son medidas que afectan a todos los israelíes o a la seguridad de las comunidades judías españolas.
“España no es Pedro Sánchez, e Israel no es Netanyahu”
Algunos políticos españoles califican a Israel de Estado genocida. ¿Qué responde?
Rechazamos completamente ese término, que tiene un significado legal muy claro. Solo la Corte Internacional puede determinarlo, y no lo ha hecho. Es un uso cínico y, muchas veces, antisemita. Ni siquiera Hamás utiliza ese término: para ellos esto es una guerra que comenzaron el 7 de octubre.
“Llamar a Israel ‘Estado genocida’ es un uso cínico del término”
¿Considera que parte de esa campaña es antisemitismo?
En muchos casos sí. La guerra contra Hamás es brutal porque luchamos contra una organización que no valora la vida humana, ni la suya ni la de su población. Cuando se utilizan términos legales de forma manipulada, se contribuye a ese ambiente.
El acuerdo internacional vigente exige el desarme de Hamás. ¿Se está cumpliendo?
Israel ha cumplido. Hamás no. Tenían 72 horas para devolver a todos los secuestrados y no lo han hecho. Siguen atacando a soldados, explotando túneles y controlando Gaza. Cuando quieren, dominan a los grupúsculos; cuando no, fingen desentenderse.
“Hamás no ha devuelto a todos los secuestrados y sigue atacando”
Autor: J. Fernández Ortega.
¿España ha sido justa en sus declaraciones?
No. Las condenas contra Hamás no han sido ni constantes ni específicas. Y, en cambio, las iniciativas antiisraelíes han excedido la crítica legítima. Me preocupa ver dónde estaríamos si toda esa energía se hubiera dedicado a iniciativas contra Hamás, que es la verdadera amenaza para la población de Gaza.
¿Qué responde a quienes ven un uso desproporcionado de la fuerza?
El término tiene un significado jurídico. Israel analiza cada operación con criterios legales muy estrictos. Hamás utiliza hospitales, escuelas, mezquitas y casas como infraestructura militar. Es imposible combatirles sin tener en cuenta esa realidad. Y aun así, muchas operaciones se cancelan para evitar daños civiles. Hay abogados militares presentes sobre el terreno para garantizar el cumplimiento del derecho internacional.
“Reconocer un Estado palestino sin instituciones funcionales no ayuda a los palestinos”
¿Por qué Israel rechaza el reconocimiento del Estado palestino en este momento?
Porque un reconocimiento declarativo no ha mejorado nada en Gaza. Para ser Estado, según la ONU, se necesitan instituciones; hoy la Autoridad Palestina no las tiene. Además, ni siquiera se coordina con Hamás. ¿De qué Estado hablamos entonces? La historia demuestra que Israel ha asumido decisiones muy duras en procesos de paz, pero esas oportunidades se han desperdiciado. Este alto el fuego podría ser un inicio real si se asumen reformas.
Autor: J. Fernández Ortega.
En España han crecido las movilizaciones propalestinas. ¿Qué lectura hace?
No las considero propalestinas, sino antiisraelíes. No he visto carteles de “basta de Hamás” ni condenas por los asesinatos que Hamás cometió contra su propia población. Si alguien quiere realmente ayudar a los palestinos, debe pedir la liberación de Gaza de Hamás.
“Las manifestaciones no son propalestinas, son antiisraelíes”
¿Dónde está la línea entre crítica y antisemitismo?
La crítica es legítima. Lo que no lo es es promover discriminación o deslegitimación de israelíes o judíos. Según la definición de la IHRA, acusar a Israel de ser un Estado inexistente, pedir sanciones colectivas o compararlo con el nazismo es antisemitismo. Muchas declaraciones recientes traspasan claramente esa línea.
¿La batalla de la desinformación está perdida?
No. Para Israel es una cuestión de existencia. Hemos visto cuentas que aseguraban informar desde Gaza y estaban en otros continentes; campañas que utilizaban imágenes manipuladas o casos médicos descontextualizados. Pido a la gente pensamiento crítico: que no repita eslóganes sin entenderlos y se pregunte quién difunde la información.
“La desinformación es otra guerra: pedimos pensamiento crítico”
¿La Autoridad Palestina tiene responsabilidad en la situación actual?
No tiene hoy capacidad de gobernar ni un liderazgo dispuesto a asumir decisiones difíciles. El acuerdo requiere reformas profundas: combatir la corrupción, cambiar los libros de texto, recuperar capacidad administrativa. Israel ha mostrado disposición a adoptar decisiones muy duras —incluida la liberación de prisioneros condenados por terrorismo— porque creemos en un futuro mejor.
¿Qué mensaje envía a los judíos españoles que se sienten vulnerables?
Mi mensaje es para toda la sociedad española: el antisemitismo es una pandemia que solo puede combatirse juntos. Quizá muchos no perciben la amenaza porque la comunidad judía es pequeña. Pido que escuchen las preocupaciones de sus vecinos judíos. No creo que esta situación represente a toda España, y estoy convencida de que podemos combatirla conjuntamente.
Ramón Gómez
Inicié la carrera de Periodismo en la Universidad de Valladolid y me gradué en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG). Pasé por Canal4 (actual Fibwi) y OkDiario, y desde junio de 2024 soy redactor en mallorcadiario.com. Cubro la información municipal de Palma, así como temas de política, turismo y sanidad. Además, presento y dirijo el programa de radio 'Titoieta Esports' (107.7 FM), dedicado a la actualidad deportiva de Algaida.