¡Viva la Constitución! y si le faltara o faltase un repaso o precisa algún ajuste, reparación, remiendo, algún añadido en sus costuras de base y altura, pues venga, sin miedo, a coser a remendar y a enmendar si es preciso, que no se nos van a caer los anillos por ello.
Hecha esta salvedad, vamos al lio que es mucho y variado. Aún así, me quedaré con las ganas de efectuar un repaso a fondo, pero tengo que ser breve y conciso. Pues eso, queriendo ser breve gritaré un viva más que llevo en la recamara.
Vamos con el segundo viva: !Viva el salario mínimo! Que sí, que se ha puesto más chulo que un ocho con este subidón, 707'6 euros de una tacada. Un viva y un aplauso, a pesar de que sus señorías se han quedado un poco cortos, puestos a incrementar el mínimo sueldo, lo hubiesen podido subir un cien por cien y de esta manera dejarlo, minimamente, con la dignidad que merece cualquier trabajador que minimamente tenga que percibirlo a final de mes.
Bueno, ante esta subida algunos empresarios se tronchan de risa. Les puedo asegurar, que hay muchos canallas que dirigen empresas, grandes y pequeñas, que con total desparpajo se pasan, desde hace años, el salario mínimo por el arco de triunfo, amen de los acuerdos de convenio, sean mínimos, máximos o superlativos. Todos conocemos a sinvergüenzas y abusadores, que desde hace más de cinco años, mantienen a empleadas y empleados, no con el mínimo salario, si no cobrando quinientos o seiscientos euros al mes, cinco o seis horas cada día y, sin contrato alguno, que es donde de veras hay delito y motivos para denunciar al mangante. Se lo juro señor Neguruela Vázquez Don Lago, se lo prometo, sé de lo que hablo y lo puedo probar también ante el Juez, o el Señor Obispo.
Estas marranadas ocurren en las mejores familias, incluso en las familias cristianas. Estos tipos, que practican el esclavismo, gozan de popularidad,“ son populares”, intervienen en todas las tertulias, Misas y procesiones a las que pueden acudir y, muchas veces, se les puede escuchar o leer hablando de justicia social incluso de caridad. Así van perpetuando su abuso y, sobre todo, porque los corderos, los pelotas y el encubridor, siempre callan o miran al techo. Ahí está el fallo corderitos.
A buen entendedor pocas palabras bastan. Si hay que hacer aclaraciones al respecto, me llamen los que se sientan aludidos que atenderé encantado, pero me temo que no hay valentía ni cojones ,con perdón, para ello.
A los fariseos y ladrones hay que quitarles el antifaz Señor Negueruela, señor Juez, señor Obispo o a quien corresponda desenmascarar.





