Qué poco nos importa la infanta y sus problemas. Ja! Me río yo de su vocación de servicio y su ceguera de amor. Tanta parafernalia, tanto telediario y tanto folio para que todo se quede en nada, y emprenda, entonces sí, un dorado retiro en Suiza o en el país de la chuches, qué más nos dará. Ustedes y yo seguiremos siendo perseguidos hasta que nos cobren una maldita multa de tráfico olvidada. Cristina porqué es la hija del rey y Correa porqué es amigo de Rajoy, y así, sucesivamente hasta que llegamos al vómito. La presión, la desesperanza y la injusticia nos llevará al estallido social. Ya lo está avisando Gaspar Llamazares. No se le escucha mucho, pero ahora tiene razón. Advertidos quedamos. Con este panorama, esta semana también ha salido una encuesta sobre los jóvenes españoles, su situación laboral y su futuro. Un 80% de los jóvenes de este país creen que seguirán dependiendo de su familia durante años. Este dato indica un fracaso total de la sociedad. Legislatura tras legislatura la educación, formación y cultura importó muy poco a los gobiernos, a todos. Cada uno de ellos enarbolando programas y consignas que ahora vemos a dónde nos han llevado. Culpa de la sociedad por no saber elegir, por no defender nuestros derechos, por no exigir resultados y no castigarles en las urnas. A todos. Cada vez que nos hemos sentido engañados, esta sociedad se ha encogido de hombros y resignadamente ha dicho: todos son iguales. Ahora recogemos los frutos, y los recogen nuestros jóvenes. Los recogemos todos, sin trabajos, sin derechos y sin futuro. ¿Cómo vamos a explicarles a nuestros jóvenes porqué dejamos que nos saquearan, mientras nos abducían con un maldito crédito que tampoco podremos pagar? Si ver a nuestros hijos, a los jóvenes, al futuro abocado a fundirse en negro y en depresión, no es suficiente para estallar, para cuestionarnos, para pedir y exigir lo que nos pertenece, mal estamos. Y si, tal vez la infanta nos robase, pero se lo dieron aquéllos a los que elegimos en las urnas. Y sí, de todo hay en la villa del señor, pero todas las tramas están ligadas al poder político, a esa democracia que no admite que le tosan. Pues amigos, tenemos todos una gripe mortal.
