Ayer el Parlament, por estrecha mayoría, eligió al Honorable Sr. Torra como President de la Generalitat Catalana para la presente legislatura; puede ser el primer paso para la solución del desgobierno que vive Catalunya.
Poco puedo decir del Sr. Torra especialmente porque fue elegido ayer y sólo lleva un día electo, de hecho aún no ha constituido su gobierno. Sólo le daría un consejo: matar al padre.
Quien responderá de su gestión ante los catalanes y ante los órganos de control será él no el ciudadano Puigdemont que mira los toros desde la barrera y viviendo en el cuanto peor mejor; su única pretensión es convertirse en leyenda. Un héroe de la patria.
En cualquier caso les deseo mucha suerte a los catalanes para que su nuevo líder sea capaz, junto con el gobierno central, de sacarles del lío en el que le han metido sus ineptos predecesores. Hay que decir que Catalunya no ha tenido suerte con sus Presidents desde la reinstauración de la democracia, aparentemente van yendo a peor como toda la clase política española.
A nosotros no nos ha ido mejor, como muestra un botón, leí la siguiente información de un periodista riguroso como es José Luis Miró; si no fuera verdad sería graciosa la anécdota, la Sra. Armengol ocupaba un asiento en el consejo de administración de la autoridad portuaria de Baleares, cobrando una suculenta dieta (muy por encima del salario mínimo) y apoyó votando a favor las inversiones para que pudieran venir grandes cruceros a Palma, hoy la Presidente Armengol, la misma, se opone a que vengan tantos cruceros. Esta es la gente que nos gobierna.
De todo eso que está pasando y de la ineptitud, incapacidad y estupidez humana existente en nuestros gestores públicos lo único que me preocupa de verdad es el lamentable país que dejaremos a nuestras generaciones venideras; mi generación será la primera que dejará a sus hijos un país peor que el que recibió y eso debería al menos avergonzarnos a los de mi edad. Que pasen un buen día.
